Te Encontraré (PPG & RRB)

Capítulo 2: El Escape

El océano se tornó de un color más oscuro, significando que ya era de noche. La ciudad submarina era lo único que brillaba. Las princesas se estaban alistando para dormir o más bien para la visita hacia un nuevo mundo.

—Hola, princesas.— Saludo amigablemente una sirena castaña de ojos azules.

—Hola, Coral.— Dijeron al unísono las tres hermanas.

Coral era la encargada de velar por las princesas por órdenes de su majestad. La sirena, que era apenas una adolescente, era responsable del bienestar de las niñas. A pesar de que era mucho trabajo, siempre disfrutaba pasar el tiempo con ellas.

—¡Ay, pero no estamos cansadas!—Se quejó Bellota.

—Bellota, sabes que necesitas dormir.— Dijo la mujer de ojos azules. —Vayan a la cama que les leeré un cuento.-

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En el Golfo de Liaarca, se aproxima la embarcación pirata del capitán Edgar Campbell, el pirata más temido del reino. Junto a sus camaradas y sus hijos se dirigían hacia la capital de esta, Trébol rojo. Este nombre se debía a que estas flores eran las que predominaban en la flora de la isla.

—¡Qué bueno es estar de vuelta!— Dijo emocionado un hombre azabache de ojos rojos mientras admiraba el paisaje.

—Capitán, hay una cueva cerca.—Grito uno de sus tripulantes.

—¡Perfecto! Ahí nos refugiaremos.—

En instantes, el barco se desvió hacia la oscura cueva. Desde la ventana de un camarote, un chico pelirrojo miraba a lo que era su próximo escondite.

—Genial, otra cueva.— Dijo en un tono poco entusiasta para tirarse nuevamente en la cama.

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—Dulces sueños.— Sonrió Coral a las princesas que estaban acostadas con las cobijas cubriéndolas.

—Buenas noches~.— Dijeron las tres para cerrar sus ojos y que la sirena castaña cerrara la puerta para retirarse a descansar también.

Al escuchar cerrar la puerta, inmediatamente las hermanas abren los ojos, Bellota se levanta y se dirige a la puerta para entre abrirla y observa como la sirena se aleja hasta desaparecer.

—Ya se fue Bombón.— Dijo para cerrar la puerta.

—Perfecto. Burbuja, ven ayúdame.— Reclamó Bombón.

—¡Ya voy!—

Mientras Bellota abría la ventana, Burbuja y Bombón tomaban almohadas y las acomodaban debajo de las cobijas para simular que ellas aún estaban en la cama.

—Está despejado.— Susurró Bellota.

—Date prisa, Bombón.—Dijo para salir y bajar junto con Bellota.

—¡Espérenme chicas!— Susurro enojada la pelirroja para salir.

Las niñas nadaban sigilosamente hasta que se encontraron ya en el exterior del castillo. Mientras nadaban se percataron la presencia de los guardias y rápidamente se escondieron en una de las inmensas columnas que mantenían de pie al palacio. La pelirroja y la pelinegra miraron a su hermana menor y esta ya sabia lo que tenía que hacer. Cerro sus ojos y comenzó a cantar una hermosa melodía, esta llego a los oídos de los guardias que vigilaban el portón y toda la parte exterior del castillo, que hizo que todos cayeran en un profundo sueño por la suave voz de Burbuja.