1829
En pocos momentos llegaron los demás, cesando la pequeña conversación que se iba tornando familiar entre ambos de la misma edad. La chica era una joven de 15 años, con un vestido simple que ondeaba claro, y su padre apenas mostraba un par de canas, días antes, habían planeado que ella se quedaría en el hotel mientras los otros tres llevaban a cabo el plan, sin embargo, fue tan insistente en acompañarlos que al final tomaron la decisión de incluirla, Jason creyó que estaban cometiendo el mismo error que cometían con él al dejarla fuera, además que aquella no era una simple niña; resultaba ser bastante callada, no obstante eso era solo un rasgo que demostraba que siempre pensaba antes de actuar, o al menos así comenzó a comportarse hasta hace unos cuantos meses.
Declan igual temía que corriera peligro sola en aquel lugar sin alguna supervisión externa de él mismo, se volvió más sobreprotector y a la vez se esforzaba en mostrarle a su hija que no estaba decepcionado, aunque ambos estaban sumamente afligidos y consternados, además de que igual hubo conflictos. Tal vez desconocían quién fue quien arrasó con la inocencia de aquella creciente luz sin consentimiento, pero aún con aquella tragedia andando, él quería que supiera que siempre la apoyaría, cosa que al final ella si tenía presente, pues la mayoría de los padres en esa situación optaban por deshacerse de sus propias hijas, lamentablemente llegó a pensar que por aquello, no se merecía tanta compasión. Ella sabía que al final de todo, después de tener al bebé, la dejaría en la calle, puesto que lo único que había traído era deshonra sin nombre, jamás pudo decir el nombre de aquél hombre. Jason y Stephan compartían el pensamiento de que aquella necesidad de aprobación basada en la sobreprotección que impregnaba en su hija, era solo por el bebé en camino, a la larga causaría problemas. Aunque nunca se pudieron imaginar a ellos mismos en la delicada situación de alguno de los otros dos, siempre se aseguraron de ofrecerles toda la ayuda posible dentro y fuera de su lucha. Darlia se avergonzaba pues confundía su bondad con pena, sin duda se sentía rota, aunque poco a poco se reabastecía con el apoyo incondicional de los demás.
Había un montón de plantas en las esquinas que colgaban entre el verdoso espacio y los cuarto simples sillones. Ethan, padre e hija se presentaron entre sí, aunque tardaron más tiempo en confiar en él, lo entendía perfectamente, pues toda su vida pasó imaginándose un pasado oscuro en todas las personas que conocía tiempo antes de viajar a Incalipsis. Tal vez por eso mismo tenía la constante necesidad de moverse en torno a los viejos pasos de su propia estrella preferida. Mientras tanto, el plan parecía estar listo, todos empacaron armas consigo, le ofrecieron una a Ethan aunque igual consideraron innecesario aquel aspecto tratándose de quien solo tenía que esforzarse un poco para partir por la mitad a alguien con ambas manos, cosa que imaginaron exageradamente como si se tratara de sus antepasados sanguinarios. Ethan propuso cambiar el cargamento de plomo por cristales bien afilados que él mismo había intoxicado, aseguró que volarían más rápido que las balas, además de rociar las flechas de la ballesta de Jason con veneno. Aclararon con paciencia la infraestructura del edificio en un mapa hecho con un filoso grafito, misma información que Mara les había dado hace algunas semanas tras enterarse de su inspección despreocupada; Ethan comenzaba a percibirla como la suerte en persona, un tesoro inesperado.
- Que extraño, no puedo entrar, no puedo crear el portal dentro - los demás gritaban "¿Por qué?" con sus ojos, comenzaban a hacer un ruido molesto con sus zapatos, Ethan entendía porqué los otros revolucionarios no habían considerado el plan de medianoche, estas cosas deberían demorar meses, pero ya que estaban tan convencidos con su pequeña conspiración comenzaron el plan hace semanas, de no ser por la clave del antiguo mapa de Ethan, probablemente las cosas terminarían mucho más desenfrenadas de lo que podrían salir, ¿cierto? - Tienen un bloqueo contra magia, y claro que está hecho de igual forma. Son brujos.
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𝙴́𝚃𝙴𝚁
FantasyLas puertas grisáceas se abren y las sombras en las alfombras carmesí te atan a un destino que no conoces. Donde el tiempo tarda en ajustarse a lo conocido pero ordena todo lo qué pasa, dentro y fuera del paralelo. Un mundo en el que el pasado es la...