Ha pasado una semana desde que Camilo y yo... bueno, ya saben. He querido acercarme a él pero al mismo tiempo he preferido mantenerme alejada.
Me está doliendo todo esto porque sin decirselo, estoy terminando con todo lo que pasó y pudo pasar entre él y yo. Siento que no merezco esto y si sigo en su juego puedo acabar muy lastimada.
-Yo te dije que no lo hicieras pero eres muy testaruda.
-No pude resistirme a la tentación.
-No tuviste fuerza de voluntad.Una vez más mi mejor amiga tenía razón y una vez más no seguí sus consejos.
-Sé que me equivoqué. Si tan sólo hubiese actuado diferente.
-Ya no puedes arrepentirte, lo que hiciste no puedes reversarlo. Sólo te queda aprender de tús errores.
-Lo sé.Una vez más, él está ahí sentado frente a mi. Cerca pero a la vez tan lejos. No puedo siquiera tocarlo y a pesar de eso me hace sentir tantas cosas.
Él nisiquiera me gustaba, no entiendo qué pasó. ¿Cómo pudo entrar en mi vida sin que me diera cuenta?
-Hola.
Sin ver de quien se trataba respondí: -Hola.
-Mucho gusto, Andrés.Al ver su mano extendida, levanté de la cabeza para ver de quién se trataba.
Era alto, bastante en realidad. Nada comparado con Camilo. Le gustaba sonreir y era bastante amigable.
-Un gusto, soy Melissa. Tomé su mano y la apreté un poco.
-Verás, soy nuevo y me dijeron que tú podrías ayudarme con unas cosas que necesito.
-Si claro.Esa tarde estuve pendiente de mi trabajo y de ayudarle a Andrés en lo que necesitara, tanto que Camilo pasó desapercibido aunque estuviera a una corta distancia de mi.
Al día siguiente, a eso de las 8:00 a.m recibí un mensaje.
¿Puedes venir un momento?
No puede ser, es Camilo otra vez.
-Dime, le dije al sentarme a su lado.
-Discúlpame.
¿Me está hablando en serio?
-¿Qué dices?
-La verdad he estado distante contigo.
- ...
-He tenido discuciones con mi novia y la verdad estoy muy enojado.
-¿Por qué?
-Porque a pesar de que le diga un montón de veces las cosas que no me gusta que haga más las hace.
-Pues...¿Por qué está contandome estas cosas?
¿A caso quiere que le aconseje? Me siento tan incómoda.-Creo que lo único que puedes hacer es hablar con ella para solucionar las cosas.
Siento que fue un consejo tan estúpido.
-¿Tú crees?
-Sí, no se me ocurre nada más.
-Voy a ver que logro solucionar y te voy contando.
-Vale.Qué calor, creo que me ruboricé
-¡Melissa!
-Dime, Andrés.
-¿Cómo te va hoy?
-Bien, supongo.
-¿Me puedes ayudar hoy también?
-Claro, no hay problema.
-GraciasEran las 5:00 p.m y ya tenía que irme. Agarré mis cosas y me dirigí al ascensor. Estaba esperando a que bajara, cuando sentí cómo una mano se acomodaba sobre mi hombro izquierdo.
Al voltear vi a Andrés.
-¿Ya te vas?
-Sí, ¿y tú?
-No, aún tengo cosas pendientes por hacer.
-Ya veo.
-Sí, entonces que te vaya bien Melissa, cuidate.Se inclinó y me dio un beso en la mejilla ligeramente cerca a la esquina de mis labios.
Yo abrí enormemente mis ojos y mientras pasaba eso, la puerta del ascensor estaba abierta. Adentro había alguien y claramente ese alguien observó todo lo que pasó.
Andrés se fue, yo volteé mi rostro y Camilo estaba viéndome con una expresión sumamente fría.
Entré al ascensor y me dijo: -¿Quién es él?
-Verás, él es nuevo y...
-¿Ya tienen ese tipo de confianza?No podía creerlo, Camilo me estaba haciendo reclamos.
-No, de hecho yo también estoy bastante impactada por tal acercamiento.
-No parece.Él nisiquiera me dirigió la mirada, se notaba bastante molesto.
A decir verdad, bajé mi cabeza, me encogí de hombros y guardé silencio.
-Nos vemos luego.
Salió rapido del ascensor y yo me quedé ahí, confundida, sin saber qué hacer o decir.
Al cabo de dos semanas, Andrés me invitó a salir un sábado. A lo cual, sin ningún problema acepté.
Fuimos a cine, comimos helado y hablamos y hablamos.
Admito que tuvimos cierta conexión y noté que él se sentía atraído por mi, pero sinceramente no podía corresponderle.
Es normal que puedas gustarle a alguien y no sentir lo mismo. Exactamente eso me pasaba con Andrés.
Tal vez es inevitable enamorarse de las personas menos convenientes.
Camilo se enteró de todo y fue directamente a mi escritorio.
-¿Por qué saliste con él?
-¿No podía hacerlo?
-Mira Melissa, quiero que me respondas con la verdad. ¿Tú y Andrés, qué?¿Cómo así? No le entiendo, ¿Será que piensa que nos gustamos y estamos saliendo con esas intenciones?
-Él y yo no tenemos nada.
-No me mientas.
-No lo hago.
-Si me llego a enterar de que es una total mentira lo que me dices y que estás saliendo con él dejamos hasta aqui las cosas.¿Camilo?
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Diario de una Amante
RomanceFue directo conmigo desde un comienzo, la del error fui yo al caer en sus garras y al enamorarme de un hombre que sólo buscaba mi piel, pues su corazón hacía mucho tiempo le pertenecía a otra mujer.