Capítulo 1

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Estaba allí, sentada frente a su escritorio.  Escribiendo sus locos y dementes sueños, sobre todo lo que su cabeza había ideado durante la noche mientras dormía.

A su lado, yacían hojas arrugadas en el piso. Eran dibujos, dibujos de el.

Ella trazaba líneas, con toda ilusión de poder crear a su protagonista.

Dejo caer el lápiz lentamente y se levantó de su asiento, una enorme sonrisa se formo en su rostro mientras brincaba y aplaudía de alegría.

Por fin lo recordaba, al fin consiguió dibujar al chico que todas las noches soñaba.

Acarició lentamente la hoja, bajó rápidamente las escaleras de su casa y buscó entre los cajones de la sala una antigua foto de su niñez.

La retiró cuidadosamente del porta retratos y en su lugar colocó el dibujo hecho con tanta dedicación.

La chica, ya en su habitación, colocó la foto en su mesita de luz y se tiro rendida en su cama. Había pasado tanto tiempo dibujando y escribiendo,  que no aún no comenzaba con su proyecto de ingles.

Su amigo no podía dejar de observar el dibujo. Repentinamente las palabras salieron de su boca, estaba molestó.

-Ah, ¿Quién es el?-preguntó curioso al ver tal interés de la chica por cuidar tanto el dibujo. Estaba celoso, no podía creer lo que ella había conseguido.

El pensó que con tal galanura de el chico misterioso, nunca iba a conseguir que ella se enamorará perdidamente, como el lo estaba de ella.

-Ah... Es solo un chico...-estaba dudando si contarle de sus sueños y que el aparecía frecuentemente en ellos.

-Grace, el parece mucho mas que un solo chico.-debatió molesto. Necesitaba saber con ansias quien era ese tipo que paso horas dibujando.

-Esta bien te diré...-suspira-...Durante varios días he tenidos sueños recurrentes y pues el aparece en ellos -dice señalando el dibujo

-Ah, son solo sueños- suspira aliviado.

Connor no quería tener mas competencia para ganarse el corazón de Grace. Pues confesarle que ella era la razón de sus suspiros no era nada fácil.

Ella notó que el se tranquilizo pero no quería enfrentarlo preguntarle si estaba mas calmado.

-Debería irme-encogió los hombros.- Podríamos reprobar pero el proyecto lo entregamos en un mes-respondio irónico.

Dejo un sonoro beso en la mejilla de Grace y salio de su casa con satisfacción y euforia. Nada podría echar a perder su momento. Nadie más lo haría de nuevo.

Ella estaba aburrida observando el techo de su habitación, comenzó a tener curiosidad sobre si su chico podría existir. Temía que sí Connor no expresará sus sentimientos hacía ella, dejará de quererla. Así que tomó su libreta de ideas y comenzó a escribir acerca de el. 

Sintió el mundo agitarse, estaba tirado en el piso, inmovil. Abrió lentamente los ojos y la observó.

Tan hermosa como la habían descrito en su lugar de origen. Todos la querían, por alguna razón, la amaban, pero nadie sabia el porque.

Inhalo el perfecto aroma de su objetivo, avanzó hacía ella. Esta volteó rápidamente donde el se encontraba. Corrió lo más que pudo, evitandolo. A simple vista se podría adivinar que huía de el.

(...)

Un estrepitoso ruido provocó que despertará.

Se había quedado dormida escribiendo sobre las aventuras de su asombroso chico.

Se levantó y colocó sus útiles en el escritorio.

Abrió la puerta de su habitación dejando mostrar que aún nadie había llegado.

Tomó su mochila, su llaves y salió de casa. Pensó que quizás no se molestarían sí no la encuentran en casa.

Decidida caminó sin ningún rumbo.

Solo quería despejar su mente para poder explicarle bien que ningún chico que ella imaginará podría cobrar vida.

Menos sí este no fuera humano.

Hace ya varias horas había salido de casa,  tenia la necesidad de no regresar a su cómoda cama.

El único problema es que había anochecido. Ninguna tienda estaría abierta a la 1 am. Excepto por una.

La luz se distinguía a lo largo de la oscura calle. Feliz, corrió a aquel lugar que su corazón aclamaba tanto.

Entro, nunca había visto una tienda tan surtida en el mundo. Parecía pequeña pero por dentro escondía miles de delicias y comida chatarra.

Un Señor de unos 60 aproximadamente atendía el lugar. El le sonrió y ella le mostró una mirada de gratitud.

Recorrió la tienda en busca de sus golosinas preferidas, unas galletas y un refresco. Saco de su mochila una pequeña cartera. El Sr. hizo una suma y le dijo el precio.

A punto de sacar el dinero la puerta se abrió, las luces parpaderon descontroladamente y algunas monedas de Grace cayeron al piso, obligandola a agacharse a recogerlas.

-Dejame ayudarte-Habló un desconocido. Ella ya había escuchado esa voz. Por alguna razón no podía identificar de quien era.

Cuando asimiló lo que ocurría, miro frente a frente al causante de sus sueños y pesadillas.

Sintió sus ojos pesados y sus piernas temblar. Tenerlo cara a cara provocó a la pobre chica a quedarse inconsciente.

Out Of FictionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora