El Ultimo Saiyajin

Prologo

"Deberías rendirte Niño"

"¡Lo siento, Izuku!"

"Deberías considerar la realidad, Tú no puedes ser un héroe"

Un peliverde estaba sentado en un banco de un parque cualquiera de Musutafu, recordando cada de esas palabras que calaban hondo dentro de su ser, el hecho de nacer sin particularidad en verdad había sido duro para él, soportar las burlas y abusos de su antiguo mejor amigo Katsuki Bakugou, "Kachhan" como Izuku lo llamaba.

Toda su vida había sido algo dura, su padre los abandono cuando descubrió que Izuku pertenecía a la generación carente de particularidad, "Yo no seré el padre de una basura como el, los sin particularidad son seres inferiores" eso era lo que le había dicho a su madre cuando la abandono, de alguna manera se sentía culpable de que su padre los abandonara, pero por suerte tenía la mejor madre que podía pedir, siempre lo apoyo, incluso cuando decidió limpiar la playa que estaba llena de basura, al principio su madre no entendía porque quería hacerlo, pero el siempre respondía " Eso podría ser un buen entrenamiento, además, hay muchas personas que tienen recuerdos hermosos en ese lugar, quiero que las personas vuelvan a formar recuerdos ahí" recordaba esos momentos con cariño, después de todo a pesar de no poseer Kosei Izuku decidió entrenar para poder hacer el Examen de ingreso a la UA, unas de las academias más "seguras" de todo Japón, y también porque su mejor amiga Ochako Uraraka aplicaría a ese lugar.

Qué sentido tenia negarlo, esa chica le daba vueltas a su mundo, su cabello castaño, sus mejillas con un sonrojo permanente, cada vez que disfrutaban una salida o cuando ella lo acompañaba a entrenar, Izuku sentía una paz que solo sentía con su madre, cuando le conto a su madre de sus síntomas, ella solo rio y le dijo "eso que sientes es amor Izuku, así me sentí cuando me enamoré de tu padre" Izuku no le gustaba hablar de ese hombre, quería olvidarlo completamente, pero sabía que su madre no lo hacía con mala intención.

Volviendo a pensar en Uraraka, había estado sintiendo cosas por ella desde hace un par de años, pero siempre lo oculto por miedo a volver las cosas incomodas entre ellos, o lo que más lo aterraba que ella dejara de ser su amiga.

Solo el hecho de pensar en eso le generaba un terror inmenso, ya que era la única persona que no lo había apartado por ser un sin particularidad, eso desde el primer momento le dijo que esa chica era especial, después de todo en un mundo en donde el 80% de la población posee un don, era normal que las personas discriminaran a los Sin Kosei.

Ese día su ánimo estaba por los suelos, ya que cuando iba regresando a casa después de la escuela un villano de baba lo ataco intentado tomar su cuerpo, pero fue salvado por su mayor ídolo, All Might, ese día Izuku le pregunto a su héroe: "Incluso sin una particularidad, ¿Puedo ser un héroe?"  el en verdad esperaba que él le dijera que sí, que todos podemos ser héroes a nuestra manera, ya sea siendo Médicos, Bomberos o Policías, pero en vez de eso escucho: "Lo siento chico, deberías considerar la realidad, tú no puedes ser un héroe".

Con tan solo escuchar eso, sentía como el deseo de ser un héroe dentro de si se apagaba, como una parte de él le susurraba "All Might tiene razón" "él te dice la verdad".

Cuando aquella llama de su héroe interior estaba a punto de apagarse, llego alguien a encenderla.

¿?: Ey, tu eres Izuku Midoriya, ¿No? – dijo haciendo que Izuku levante la cabeza para verlo, encontrándose con un hombre que aparentaba unos 40 años, con un dogi naranja con un suéter azul oscuro en su interior, un cabello algo extraño que formaba una especie de espinas y lo más raro una aureola de ángel encima de su cabeza – Perdona por no presentarme, me Llamo Goku, y soy tu tatataratatara abuelo, o algo así – dijo haciendo que el chico lo mire como si estuviera viendo a un loco – ok ok, ya sé que parezco loco, ¿pero ves esa aureola encima de mí?, significa que estoy muerto –dijo pero el chico todavía lo miraba con desconfianza – mira, para que me creas, te dire el nombre de tu padre – dijo asombrando al chico, pues solo su madre y el conocen el nombre de ese hombre – tu padre se llamaba Hisashi, ¿no es así? – dijo y el chico incrédulo asintió – bien, déjame explicártelo todo