O6: Fiesta de té con la familia

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Las siguientes noches después de aquella fiesta habían sido tranquilas, al parecer al palacio había llegado una carta para el sombrerero

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Las siguientes noches después de aquella fiesta habían sido tranquilas, al parecer al palacio había llegado una carta para el sombrerero.

Nuestra estadía en el palacio había terminado.

Aun triste me acerque a la reina y la abrace, agradeciéndole por todos los días en los que me acepto y prometiendo regresar con ella a este lugar cuando pudiese. Finalizando despidiéndose de aquel curioso conejo y regresando por el camino de piedras.

El camino hacia su hogar había sido lento, demasiado para admitirlo, y aunque Jungkook no decía palabra alguna, para Jimin no había mucho problema. Era algo.... cómodo.

Después de algunos minutos, casi una hora, llegaron al lugar, reconociendo la gran mesa y a varios de los que se encontraban ahí. Solo con una vez le bastaba para recordarles.

Mientras que su distracción había nublado su vista, el gato con gran sonrisa permanecía a su lado flotando,en silencio.

ㅡ¿Te divertiste en el palacio blanco?ㅡ finalmente había hablado sacandole un susto a Jimin y ganándose una mirada de reproche por parte del sombrerero.

ㅡ Así que solo eras tu... gran susto me pegasteㅡ contó Jimin llevándose una mano al pecho haciendo una mueca y ganándose una risa satisfactoria del gato.ㅡ Si, me divertí, gracias por preguntar.

Y le devolvió la sonrisa al gato haciendo que desaparezca.

En medio del silencio que se había formado, Jimin carraspeo tratando de llamar la atención de el sombrerero, fallando en el intento.

ㅡ Aun no comprendo porque se llevan tan malㅡ empezó Jimin tratando de formar una conversación aunque el tema no fuese el más... oportuno.

ㅡNi siquiera nosotros lo sabemos, solo nos odiamos mutuamenteㅡ le resto importancia y finalmente llegaron a la dichosa fiesta de té con su familia. El sombrerero saludó a todos y ellos le devolvieron el saludo, provocando que Jimin quisiera hacer lo mismo.

Después de esto se sentaron en la mesa y empezaron a hablar entre todos.

Aunque hubo un momento en el que el gato con gran sonrisa y el sombrerero chocaron.

No eres gracioso y lo sabesㅡ inicio el sombrerero en un idioma desconocido para Jimin.

No es como si quisiera hacerte reír a ti idiotaㅡ finalizo el gato ganándose una mirada de furia por parte de la abuela.

¿Podrían dejar de pelear en la mesa? estamos comiendo, graciasㅡ le sonrió a Jimin, quien miraba confundido la escena y siguieron hablando aunque con dos cosas sin hablar.

Todo iba demasiado perfecto de no ser porque alguien había lanzado una tarta de fresa sobre una abuela, provocando enojo en ella y empezando una guerra de pasteles entre los presentes.

La cual había provocado que el ambiente de tensión que se estaba empezando a formar se desvaneciera por completo. Después de varias risas y alguno que otro diente zafado, aquella pequeña guerra termino.

El ambiente era silencioso, cómodo pero silencioso.

La abuela carraspeo llamando la atención de todos ahí.

ㅡ¿que tal si cantamos algo? ya saben, para darle una despedida digna y mágica a nuestro invitadoㅡ recito ella y el sombrerero saco un violín de debajo de la mesa ¿que era? ¿una mesa con un hechizo de extensión?

Enseguida una melodía alegre sonaba con el violín, y todos en la mesa se levantaron a bailar al compás de la música.

"Estamos locos de atar
Somos trovadores que en tu ciudad
Damos pinceladas de color a tu gris realidad
Somos mitad caballeros
Mitad bohemios y embusteros
No somos lo que un padre quiere para su hijita bebé"

Todo era risas, hasta que cayo la noche y la luz de la luna carmesí se hacia notar, jimin se levanto de donde estaba sentado y se fue a un lugar alejado de todo. Quería respirar y observar ese mundo por ultima vez.

Era extraño, hace mas de dos meses estaba en un cuarto blanco y juraba a capa y espada que estaba drogado a mas no poder. Suponía que cuando regresara seria extraño no ver a conejos que hablan o tener pociones para crecer y encogerse.

Iba a extrañar aquel mundo mágico pero lo que mas extrañaría seria la compañía de aquel sombrerero peculiar que le sacaba demasiadas sonrisas en un rato.

Suspiro y sintió una presencia a su lado, enseguida se relajo al ver de reojo quien era.

ㅡ Es raro que te tengas que ir pequeño, extrañare tu presenciaㅡ dijo y sonrió para entregarle un pequeño reloj de bolsillo.

El cual no funcionaba por cierto.

Jimin rió y lo miro enseguida.

ㅡ Esto no funciona Jeonㅡ se lo iba a entregar pero rápidamente fue rechazado por el sombrerero.

ㅡ Es un regalo de despedida, digamos que este reloj te dirá cuando este cerca de ti. Las manecillas estarán a las 6 en punto y entonces podrás verme ¿vale?ㅡ y sin entenderlo mucho, jimin asintió recibiendo un ultimo abrazo seguido de un fugaz roce de labios.ㅡ esto también es un regalo de despedida.

Jimin asintió sin chistar y fue guiado por jeon hacia una parte del bosque en especifico, una con una puerta completamente normal. No había detalles de oro o piezas incrustadas en ella. Era una simple puerta de madera.

El sombrerero le invito a pasar, sin antes mencionar esto:

ㅡ Tal vez después de esto te consideren loco, pero déjame decirte algo, las mejores personas lo estánㅡ sonrió y lo dejo pasar a aquella puerta. Todo era negro de nuevo, no había nada.

Y de pronto se sintió pesado.

Author's note: por eso niños, díganle no a las drogas, nos leemos más al rato ¡Ciao!

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