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-¿Por qué demoraste tanto? -sonrió de lado.

-¿Qué se supone que estás haciendo? -Dijo la chica un tanto sorprendida.

-¿Tú que crees? -Jimin tomó su cintura y acarició su mejilla.

El tacto que proporcionaba Jimin eran suaves y cálidos. Se tomó un poco de tiempo para dedicarle miradas tiernas a la pequeña chica que tenía acorralada, para después cambiarlas a miradas atrevidas y lascivas.

-No lo sé, por eso es que te pregunto.

La chica trató de alejarlo, pero él no se lo permitió, por lo contrario, la acercó más a él.

-Jimin, debemos regresar -dijo SooMin intentando nuevamente quitárselo de encima.

-Juguemos un rato. -Dijo inclinando su rostro hacia el de ella y dando pequeñas caricias a su cintura.

-Jimin, estás ebrio -Dijo colocando sus manos en sus hombros.

-Eso no significa que no podamos jugar -Susurró contra su oído.

-No, pero eso no significa que después no te vayas a arrepentir -dijo sabiendo que posiblemente él se arrepentiría al día siguiente.

SooMin comenzó a jugar con el cabello de Jimin y este disfrutaba de su tacto, aunque ella no lo supiera, Jimin amaba que jugarán con su cabello.

-Con alguien como tú, jamás podría arrepentirme -dijo muy seguro de sí mismo.

Jimin se acercó peligrosamente a sus labios. Podía sentir su respiración agitada por el momento. Estaba tan cerca de probar esos labios que desde el primer momento en que los vio quería saborearlos, quería que fueran suyos, de él y de nadie más. Pero el sonido de
un móvil quebró ese momento. Jimin cerró fuertemente los ojos y suspiro por la frustración y se alejó de ella, dejándola por fin libre.

SooMin sacó el móvil de su cartera y atendió la llamada.

-¿Qué sucede Ari?

Jimin la observó y camino hacia una banca que estaba al frente de ellos y se recostó en el.

-¿Dónde estás? Te hemos estado buscando por todos lados y no te encontramos, ¿Acaso te fuiste y no nos avisaste siquiera? -Aria tenía un tono de preocupación mezclado con reproche.

-Tranquila, estoy bien. Y no, aún sigo aquí, pero estoy en el baño de caballeros -dijo sintiendo vergüenza al darse cuenta que no sonaba tan bien en voz alta.

-¡¿Qué?! ¿Con quién estás? -dijo Aria en forma juguetona.

SooMin dirigido la mirada a Jimin y para su sorpresa, él ya estaba dormido sobre la banca, se veía tan lindo. Relajado y tranquilo.

-Necesito tu ayuda y la de Jackson también...

-No, yo no le entro a eso -respondió rápidamente Aria, imaginando un sin fin de cosas extrañas en su cabeza.

《¿Pero qué rayos está pensando esta mujer?》

-No sé qué es lo que está pensando tu sucia mente, pero sea lo que sea, no es para eso lo que necesito su ayuda -puso los ojos en blanco y dio un largo suspiro.

-Ya pues, ahí vamos -cortó la llamada.

SooMin observó a Jimin y se acercó a él, lo sacudió suavemente para despertarlo. En su estado no dejaría que se fuera solo a casa, así que tendría que pedirle su dirección para llevarlo.

-Vamos, Jimin despierta -dijo sacudiéndolo por quinta vez. Por más que lo moviera Jimin no despertaba.

Dio un suspiro y se permitió tocar sus mejillas. Para ella esa escena era hermosa, lo veía tan tranquilo durmiendo.

Secuestrado |Park Jimin|☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora