Contrarreloj [En Edición]

49.

Aquí estoy frente a mi padre, el hombre que admiraba y amaba con todo mi corazón, el mismo que abandonó a un hijo y lo hizo pasar por las peores necesidades.

- Déjame explicarte cariño- se acerca para tomar mis hombros pero me aparto.

-No me toques- gruño.

-Yo ya tenía una familia y...- lo corto.

-Y decidiste que era mejor abandonar a un niño que no tenía la maldita culpa de tus errores- termino por él, llena de ira- Él también es tu familia y le diste la espalda ¿Qué pasó con lo de "la familia siempre va primero"?- la ira comienza a hacer estragos en mi.

- Es así, lo es Alexa, por eso volví con ustedes, esa mujer y su hijo...- lo corto.

-¿Esa mujer y su hijo? Por dios es tu hijo también, ese niño es una copia nuestra, él  no merecía que le hicieras pasar necesidades cuando a nosotros nunca nos faltó nada- grito. Agradezco que mamá haya tenido que irse antes que papá y no se encuentre aquí para oír la clase de persona que es el hombre con el que está casada.

- ¡No les faltó nada porque ustedes son mis hijos!¡Sólo Matt y tú!- rompe mi corazón, lo está destrozando. Me está fallando, el hombre más importante de mi vida me está desilusionando, la idea que tenía sobre mi padre está derrumbándose delante de mi. Mis ojos comenzan a arder, nunca lloro pero esto me supera, aún así no dejo las lágrimas caer. Matt entra al cuarto con el ceño fruncido, confundido.

-¿Qué pasa?¿Por qué gritan?- se acerca a mi y me rodea con sus brazos, en señal de protección. Amo a mi hermano, él siempre me ha protegido de todo, y ahora está demostrando que no le importa hacerlo aunque se tratara de nuestro propio padre. Su cabeza alzada demuestra que está dispuesto a defenderme, que está de mi lado aún sin saber que pasa.

-Alexa- el tono de advertencia de mi padre trata de decirme que cierre la boca pero no es algo que esté  dispuesta a hacer, no le mentiré a Matt. Él merece saber la verdad.

-Pasa que este hombre es un cobarde- suelto con dolor- Anda, dile- gruño- Dile antes de que lo haga yo-amenazo.

Nos observa a ambos, veo el miedo pasar por sus ojos.

- Hace 10 años, cuando me fui de casa, me involucré con una mujer que trabajaba en la empresa. Fue algo que no duró mucho, pues luego volví con ustedes, mi verdadera familia- enfatiza mirándome  y me da asco- Sin embargo...esa mujer quedó embarazada- baja la cabeza.

-Tú...tienes...- mi hermano no puede con el asombro.

-No, ustedes son mis hijos- habla con determinación.

El rostro de mi hermano se descompone en cuestión de segundos, su postura flaquea y voltea a verme. Sus ojos se encuentran con los míos, siempre hace eso, él busca la verdad en mi. Asiento lentamente y observo como algo se rompe en él. Sostengo su mano con fuerza, ambos estamos pasando por lo mismo, nuestro héroe, nuestro modelo a seguir, se está desmoronando, la imagen que teníamos de él, que tan alto habíamos puesto, se desploma rompiéndose en mil pedazos.

-Yo...-la voz de mi hermano parece haberse esfumado por lo que carraspea, una lágrima sale de su ojo derecho- Fuiste capaz...- intenta buscar las palabras adecuadas- ¿Abandonaste a un niño?- decirlo le duele, lo puedo notar. Pero también noto el deseo de que él lo niegue, algo que se esfuma al ver que baja la cabeza, la rabia llena su cuerpo y se acerca a él de manera amenzante, lo abrazo por la cintura, deteniéndolo, sé lo impulsivo que puede llegar a ser. La respiración de Matt está sumamente acelerada, está conteniendo sus emociones, no dejará que él lo vea débil. Eso es la mierda que él nos enseñó.

-Quiero que te largues de mi casa ahora- me paro frente a mi hermano, enfrentándolo.

Sus ojos están desorbitados, parece no creer esto.