ᴍᴇʀᴄᴜʀɪᴏ ᴊᴊᴋ 𝑷𝒍𝒂𝒏𝒆𝒕𝒔#𝟏

Capítulo 6

No pude hablar mucho con Seokjin, de hecho, no dije ni una palabra, tuvo que atender una emergencia con una de las empleadas del club, y su rostro de preocupación me decía que no nos volveríamos a ver hoy.

Por suerte ya volvía a casa, y tal como dije lo hacía sola, Sunwoo tenía "asuntos que resolver" y yo tenía pocas ganas de quedarme en el club, diría que estaba ansiosa por salir de ahí a pesar de que el lugar me había gustado y como no si era algo refinado, al puro estilo de Kim Seokjin.

Quizá suene odiosa pero la verdad es que preferiría no volver a verle en un tiempo, lo último que necesitaba era un nuevo problema, las personas del pasado solo iban a complicarme las cosas.

Pago el taxi cuando llego al frente del edificio, cuando dos chicas en vestidos y tacones suben conmigo en el ascensor quejándose del frío sonrió para mis adentros, los pantalones tienen cierta ventaja, aunque dejo de sonreír cuando me doy cuenta que en términos de estilo mi atuendo no puede competir con el de ellas.

Llego al apartamento y un escalofrío recorrió mi cuerpo al ver la puerta entreabierta, puedo apostar mi alma a que deje la puerta cerrada y no perderla, y esto no podía ser una simple casualidad.

Tomo una de las botellas que aún se acumulan en el lateral de la puerta a pesar de que le insistí a Sunwoo en que se las llevará.

Abrí la puerta con una lentitud torturadora, pero con el suficiente silencio para que quien se encontrará adentro no estuviera alerta.

La sala estaba vacía, la cocina estaba vacía, el baño estaba vacío y la habitación estaba vacía.

No había absolutamente nadie en el apartamento, así que me apresuré a llegar a la puerta que había dejado abierta en caso de tener que huir y la cerré con el cerrojo.

Me recosté en la puerta con la respiración entrecortada, esto no debía significar nada bueno.

Solté la botella sin importar que está se rompiera y me deslicé por la puerta hasta quedar con mis rodillas en el pecho y las manos a los lados sosteniéndome.

La ventana de la sala tenía un mensaje grabado, con lo que espero que sea pintura roja.

Te encontramos.

Estaba cansada de esto, en tal caso de que tuviera que vivir para siempre de esta manera creo que no podría soportarlo, quería dejar de huir, quería sentirme tranquila en el lugar en el que estuviera.

Con Sunwoo siempre había problemas, y no me refiera a problemas financieros, ya que en realidad eso era lo que menos me importaba, pero sentía que todas las cosas que hacía estaban mal, las drogas, el alcohol, todo en un exceso realmente deprimente para una persona, sabía que no lo hacía porque si, Sunwoo siempre tuvo problemas parentales, y yo estoy representando un nuevo problema.

De cualquier forma, esto fue demasiado para los dos, yo no podría ayudarlo a reparar su vida, a que viviera mejor y él no podría tenerme contenta sin sentirse miserable, nosotros simplemente no podíamos ser.

Era consciente de como los cristales se incrustaban en mis palmas, pero eso solo era una distracción, dolía más el ver en lo que estaba metida, el ver qué tal vez nunca podría escapar, este sería mi destino, y no sabía si había algo que pudiera hacer para cambiarlo.

Lágrimas caían de mis mejillas, mientras recordaba y me reprendía a mí misma ¿Debí haberlo sabido desde un principio? Todo entre nosotros se tornó prohibido y poco correcto ¿Qué sería de mí si jamás me hubiera dejado llevar por lo que sentía?

Me levanté y negué con la cabeza, probablemente seguiría siendo el títere de mis padres viviendo en una perfecta mentira.

Fui al baño y me lave las manos, me cure y luego limpie el desastre de vidrios en el suelo, fui al pequeño armario que guardaba cosas de limpieza y empecé a tallar la ventana, había pasado muchas cosas como para dejarme vencer ahora.

Era tarde cuando termine por completo, no quedaba ni un rastro de ese intimidante mensaje que buscaba que huyéramos, había aprovechado y limpiado el desastre de botellas fuera del departamento, pues tenía que pronto alguien más se quejara y termináramos teniendo un problema con la administración.

Estaba muy cansada al terminar así que fui directo a la cama, esperando la monotonía del día siguiente.

A la mañana siguiente me desperté por los insistentes golpes en la puerta.

-Hola -dijo mientras saludaba con la mano-

- ¿Necesitas algo? Estoy segura de que me deshice de todas las botellas –asomé mi cabeza y vi que todo está despejado–

-Oh no -Dijo con la mano en la nuca- De hecho, tengo algo para ti -Estiro una bolsa de papel en mi dirección-

-¿Para mí? –pregunte confundida, el asintió y yo la tomé– ¿Qué es?

-Eso es tu desayuno, yo... Bueno Seokjin me pidió que te lo trajera -Dijo asintiendo, aunque no sonaba muy seguro-

- ¿Que? Pero ¿Por qué el...? ¿Sabes qué? Dile que no necesita hacer estas cosas, voy a aceptar esto porque no he comido nada, pero él no necesita hacerlo de nuevo.

Creo que habría sido más fácil para mi rechazarlo si el olor a pan recién horneado no hubiera llegado a mis fosas nasales, eso sin duda.

El chico sonrió.

-Bien se haré saber, te veo después vecina.

Cuando se dio la vuelta parpadeé, tenía una sonrisa deslumbrante.

- ¡Espera! –Cuando volvió me mordí el labio avergonzada– Es solo que aún sé tu nombre y es un poco extraño seguirnos llamando "Vecinos" cuando es la tercera vez que hablamos ¿No crees?

-Oh claro –Volvió unos pasos hasta estar frente a mi– Soy Jungkook, Jeon Jungkook –Estiro su mano y yo la tome–

-Kang Yunsoo, gracias por traer esto.

Asintió con una sonrisa y se giró empezando a caminar, en ese momento cerré la puerta y abrí la bolsa, contenía dos donas calientes y un latte, lo probé de inmediato sin poder evitarlo, esto era mucho mejor que el intento de café que hacía todos los días.

Podía empezar a amar a ese chico por el simple hecho de haberme traído desayuno, hacía ya mucho tiempo que no comía algo decente, aunque el aprecio se me paso rápido cuando terminé de comer, tal vez Seokjin sentía lastima por mi ¿Pensaba que no podía permitirme un desayuno? Probablemente en estos momentos no podía, pero que sus acciones lo sugirieran era un poco humillante.

Suspire, tal vez estaba siendo exagerada, tal vez todo lo que quería Seokjin era ayudarme y no hundirme como mi mente se aseguraba de hacerme creer, pero la verdad es que era difícil saberlo, Seokjin no tenía razones para querer ayudarme aunque tampoco tenía razones totalmente validas para querer arruinarme la vida, después de todo si me hacían volver tal vez nuestros padres quisieran retomar los planes de la boda y estaba segura de que para ninguno de los dos era lo más viable.

¿Cuál sería su plan? No había nada que se pasará por mi cabeza ¿Volvería a verlo de nuevo? Esa era una incógnita difícil de resolver, si me alejaba de Sunwoo debería desenlazarme de la posibilidad de ver a Seokjin de nuevo, pero si seguía con Sunwoo y me relacionaba de nuevo con Seokjin luego sería muy difícil dejar a Sunwoo en un futuro.

¿Entonces cual sería mi acción más acertada? tal vez debería huir de inmediato, tal vez debería aprovechar que Sunwoo no volvería en un tiempo para trazar mi plan de salida, tal vez debía tomar aquella decisión luego de intentar dormir un poco.