-Hey-las voces se escuchaban como bajo el agua- despierta-. Ella ni siquiera había reaccionado, normalmente se hubiese parado y apuntado con su arma.-Niña despierta-Pero estaba demasiado cansada y mareada como para si quiera abrir los ojos.
-¿Está muerta?-preguntó un hombre, ella abrió lentamente sus ojos, pero aún veía borroso.
No sabía que sucedía, sentía un gran peso encima de ella.
-No, si está respirando-terminó de enfocar la vista y vió a un hombre, viendola atentamente. -¿Estás bien?-Rápido busco su arma intentando defenderse.-Tranquila no te haremos daño, si tú no haces nada sospechoso.-volteo y vio el río y escucho el bullisioso sonido de la cascada, recordó todo.
-¿Estás tu sola?-pregunto el arquero. Ella solo los veía con una cara de confusión. No sabía quiénes eran o de donde habían salido normalmente se encontraban con personas malas pero ellos parecían buena gente, algo bastante extraño en el apocalipsis.-¿Vas a contestar o. . . . -
-Daryl-dijo calmandolo. El se inco frente a ella para generar un ambiente de confianza.-Soy Rick, ¿Cuál es tu nombre?.-preguntó amablemente. Rick no era de ser amable con personas que no conocía pero algo en ella le generaba confianza.
-Diez mil.-dijo con una voz apagada, cómo era costumbre.
-Ese no es un nombre, es un numero- contesto el hombre con una sonrisa.
-Es mi nombre yo me lo puse.-
-El es Daryl.-
-Un gustó-dijo el, con una leve sonrisa ladeada.
-Bien, ¿Estás sola?- ella asintió viendo a los lados, como si se estuviese cuidando de algo o alguien.-¿Cuántos años tienes?.-
-No lo sé-dijo-Quince, creó.-
El volteo a ver a su compañero, el echo de que tuviese un año menos que si hijo le causó culpa y no quería dejarla sola en un mundo completamente destruido, y este asintió alzando los hombros- ¿Cuántos caminantes has matado?-
-3651.-ambos abrieron los ojos sorprendidos y con una sonrisa en los labios.
-llevas la cuenta he-normalmente contestaban "muchos"o "ya no lo recuerdo" pero nunca una cuenta exacta, y Rick pensó que sin duda ella había aprendido de que se trataba esto.
-Si.-
-¿A cuántas personas has matado?-
-¿importa mucho?-el asintió, con una sonrisa vergonzosa, no se sentía orgulloso de esa pregunta ya que podía ser algo personal pero era necesario para saber si era de confíar-dos.
-¿Por qué?.-Y por último el ¿Por qué?, Debía haber una razón justa para quitarle la vida a una persona.
-Porque el me lo pidió.-
-Bien- dió un gran suspiro, estaba ansioso por ver a Carl y Diez mil conociéndose-¿Porque estás tan pálida?.-eso era una severa verdad tenía un tono blanco enfermizo y unas ojeras casi negras bajo los ojos.
-No, no lo se.- se excusó.
-¿Cómo acabaste aquí?-pregunto Daryl con cierto interés, no todos los días te encuentras a una adolescente a orillas del río.
-La cascada.-ambos la voltearon a ver.-Caí.-
-tenemos comida y agua ¿Vienes?.-Preguntó Rick emocionado. Ella lo pensó, volteo a verlos a ambos y luego asintió, la ayudaron a pararse y se encaminaron.
Caminaron más o menos por 10 minutos hasta que al final del camino, enmedio de los frondosos árboles logro verse una cárcel, con una gran reja rodeándola y caminantes intentando entrar, las puertas se abrieron y ellos pasaron, una mujer castaña cerró la puerta y luego saludo.
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Lo prometo// Carl Grimes y tú.
Ficção CientíficaTres años después de que el virus zombie ha destripado el país, un equipo de héroes cotidianos deben transportar a el único sobreviviente conocido de la plaga de Nueva York a California, donde el último laboratorio en funcionamiento espera su sangre...