Sakura No Harem

Dulce tentación

Todos en el palacio sabían que a la princesa y futura reina Sakura Hatake no le gustaba que la interrumpieran cuando estaba con su esposo Naruto, el que llegara a tocar la puerta de sus aposentos sería despedido inmediato y toda su descendencia sería maldecida. Eso era lo único malo de la princesa cerezo que era muy obsesiva con sus cosas y cuando algo le gustaba lo obtenía, pero, tenía un dulce carisma en especial con los niños cuando trabajaba como curandera en los hospitales porque si a pesar de tener una gran fortuna Sakura Hatake era humilde pero sobre todo bondad.

Su trabajo como futura reina la mantenía ocupada gran parte del día excepto en las mañanas que es cuando su primer esposo Naruto, un joven de cabello rubio, ojos azules y una piel canela que tenía enamorada a la joven aprovechaba para pasar el mayor tiempo con su mujer en la cama.

-Ah...ah... Sakura más rápido-rogo el rubio queriendo soltar sus manos amarradas de la cabecera de su cama. Su esposa estaba montando lo con maestría mientras lo torturaba sin poder tocarla-. Aaahhh... Tus pechos piden a gritos que los amamante- su vista azul viajaba desde el rostro blanco hasta los pechos de su amada lamiendo sus labios al notar como ese pezón café claro estaba erguido listo para ser chupado por él.

-Ahh... Naruto...aahh- para aumentar la tortura comenzó a tocar sus senos estirando sus pezones acercándolos al rostro del mayor-. Chúpalos cariño...aaahhh.

Naruto no se hizo del rogar cuando ya había apresado su seno izquierdo chupándolo con desesperación como si buscará sacar algo de allí, chupo y mordió ambos bultos hasta que uno de ellos saco el tan inesperado leche materna que empezó a tragar con necesidad.
Hace poco su mujer había dado a luz a su primer varón, un bebé de cabello rubio y ojos verdes siendo una perfecta combinación de ambos; era risueño como su padre y un carisma como la futura reina. Amo cada momento que la maternidad comenzó hacer cambios en el cuerpo de su mujer y para su deleite descubrir que de sus pechos salían cantidades enormes de leche que servía como alimento para su primogénito, pero, Shira no se enteraría que su madre también alimenta a su padre con esa misma leche pero de diferente forma.

-Aaahh me vengo...-aumento la velocidad de su cadera sintiendo como el miembro de su esposo expulsaba su semilla con fuerza-. Aaaahh...te amo.

La mente de Naruto quedó en blanco después del orgasmo pero al escuchar aquellas palabras sonrió como tonto enamorado. Una vez que sus manos fueron liberadas abrazo el cuerpo desnudo de su esposa acercándolo más a él para compartir el calor humano, le encantaba el olor que ella desprendía: sexo, cerezo y leche. Restregó su mejilla contra la cabeza de su amada y comenzó a ronronear feliz del momento en que estaban, su cola felina envolvió uno de los pies de ella como temiendo que alguien la arrebate de sus brazos.

-¿Tienes mucho trabajo hoy?- con cuidado de que sus largas uñas no cortaran la piel blanca comenzó acariciarla.

-Un poco creo, papeles que firmar- tenía sus ojos cerrados disfrutando de aquel momento, tenía su cabeza escondida en el pecho del hombre oliendo con profundidad su olor-. Ya me tengo que levantar sino papá me regañara.

Sin importar su desnudez se levantó de la cama hasta dirigirse al baño, Naruto la miro todo el tiempo en especial aquel redondo trasero que lo tenía cautivado. Su esposa tuvo la suerte de que su cuerpo no quedará marcado después del embarazo claro que también se debía a qué sus conocimientos como curandera le ayudaron a no perder su figura.
Se levantó de su cama una vez que su mujer salió del baño ya usando un kimono sencillo de color verde con bordados dorados, se dieron un último beso antes de que ella saliera a cumplir con sus deberes pero primero fue a la habitación de su hijo que ya se encontraba despierto y siendo cargado por una mucama.

-Buenos días princesa- hizo una leve reverencia antes de entregarle al bebé-. El príncipe Shira ha estado muy inquieto desde que despertó, sospecho que son cólicos.

Sakura tomo a su hijo viéndolo con ternura examinandocon su mano libre tocando su pancita hasta descubrir que efectivamente estaba inflamado.

-Prepara un té de manzanilla y canela, en un momento voy- se sentó en la mecedora de madera para comenzar alimentar a su hijo-. No comas mucho porque tienes que tomarte ese té-le hablaba con dulzura en lo que acariciaba sus cabellitos rubios.

Una vez que terminó de alimentarlo comenzó a darle suaves palmadas en la espalda para hacerlo eructar en lo que bajaba hasta la cocina donde ya estaba listo el biberón.

-Muchas gracias Luka-agradeció a la sirvienta antes de pasar al comedor con su hijo en brazos-. Buenos días padre, buenos días Naruto- se sentó a la derecha de su padre un hombre de ya 40 años de cabello plateado y un ojo negro debido a que el otro lo perdió durante la guerra.

-Buenos días hija ¿Cómo amanecieron?-miro con una enorme sonrisa a su nieto.

Naruto se encontraba en frente de ella viéndola con una sonrisa esperando a que su hijo terminara de comer para poder cargarlo un rato en lo que comían.

-El día de hoy solo tenemos que checar unos documentos que nos hablarán de los ingresos y egresos de las aldeas vecinas-informo Kakashi a su hija. No pudo tener más de un hijo varón antes de que su esposa falleciera durante el parto por lo que su única heredera sería Sakura, su joven hija de 22 años.

-Un día tranquilo entonces- le regreso la sonrisa a ambos hombres.

Al terminar la comida cada quien se fue hacer su trabajo, Naruto era el encargado de los caballos reales por tener una excelente comunicación con ellos mientras que Sakura y Kakashi leían los documentos importantes con respecto a la economía. Ya entrada la noche la joven princesa caminaba por los pasillos con dirección a su alcoba especial donde estudiaba la herbolaria y otra clase de sustancias hasta que fue interrumpida por una sirvienta que corría hacia ella con una expresión de angustia.

-¡Princesa! ¡Princesa!-una vez que estuvo en frente de ella se dio unos momentos para respirar-. Intrusos en las caballerizas, hombre y mujer, su esposo la espera para las órdenes.

Sakura la miro con seriedad y le ordenó que la llevará hasta donde estaba su esposo, una vez que salieron del castillo para dirigirse a la parte trasera que era iluminado por antorchas, se podía distinguir la inconfundible sombra de su esposo que formaba un ser con orejas y cola de zorro junto a él estaban dos guardias y por ultimo en el piso se encontraba de rodillas un hombre y una mujer que abrazaba al primero mientras suplicaba piedad por ambas vidas.

-¿Que pasa aquí?-se acerco a Naruto que le comenzó a explicar que la pareja había entrado sin permiso a las caballerizas y robado agua del estanque. Sakura analizo a la mujer de cabello azulado y ojos color perla con mucha atención hasta que puedo reconocerla-. Eres Hinata Hyuga, hija del sultán Hiashi Hyuga ¿Es correcto?

La mujer asintió la cabeza con lagrimas en los ojos-. Pido asilo por piedad y algún medico que pueda atender a mi primo que esta herido.

Sin miedo alguno se acerco al hombre que todo este tiempo estaba encorvado sujetando su abdomen con dolor, lo sujeto del rostro obligándolo a levantar la mirada que a la luz del fuego hacia resaltar mucho más sus ojos color perla que la observaban con sorpresa. 

-¿Como te llamas?-no se dio cuenta de lo muy cercana que estaban sus rostros hasta que sintió el aire caliente del hombre sobre sus labios.

-Neji Hyuga, su majestad. 

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