Lo inevitable

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A la mañana siguiente Sakura se despertó sintiendo su cuerpo muy caliente, sentía un consquilleo en su vientre que le advertía que estaba a punto de correrse fue allí que abrió los ojos para encontrarse una cabellera rubia escondida entre sus piernas chupando su vagina como maestría, el sonido de la saliva combinarse con su fluidos al momento en que Naruto metía su lengua adentro de ella.

-Aaahh... Naruto....-echo su cabeza hacia atrás y llevo sus manos a sus senos dónde los tocaba-. Que linda forma de despertar... Aagghh-. Sentía los colmillos de su esposo jugar con el pedazo de metal que tenía su clítoris, era una argolla pequeña que perfora su piel para evitar volver a quedar embarazada al menos que ella se lo quitará; es un viejo echizo que encontró enteré las escrituras de su madre para evitar que alguien la violara-. Aaaahh... Me vengo.

En vez de alejarse el rubio chupo con fuerza hasta que sintio a su esposa temblar para liberar sus fluidos que gustosamente trago, le encantaba su leche y le encantaba mucho más sus fluidos, pero, sobre todo le encantaba a ella.

-Buenos días mi amor- un hilo de saliva seguía uniendo su boca con la vagina hinchada y roja de su esposa-. Kiba Inuzuka, capataz y es mi mano derecha con los caballos, huérfano, siempre fiel a la familia porque el rey Kakashi lo trajo cuando era un niño al castillo después de salvarlo de ser vendido a una red de pedófilos.

Mientras hablaban de su plan ambos se metieron a bañar, Naruto lavaba el cabello de su esposa con mucha delicadeza ya que desde niños siempre le gustó su largo cabello rosa. Sakura solo se dejaba consentir por él en lo que planeaba su siguiente movimiento, engañar a los Hyuga no sería fácil menos con ese don que tienen; lamentablemente tiene un punto ciego que es que no pueden ver su futuro sino el de alguien más y este siempre va cambiando.

-¿Crees que puedas hablar con él y convencerlo de cortejar a Hinata?-ahora ella lavaba el cabello rubio masajeando el cuero cabelludo, los ronroneos de su esposo le divertian-. Solo dile que se hará pasar por mi hermano menor que renuncio a la corona por ser un alma libre.

-Sí My lady. Yo me encargo de él y de Neji, si mi esposa quiere un harem lo tendrá pero con una condición-se levantó de la pequeña silla de madera que tenían para lavarse y volteo a ver a su esposa fijamente-. Que yo siempre seré el rey de tu corazón-susurro cerca de sus labios juntando ambas frentes-. Lo que menos podré tolerar es que alguien te aparte de mi lado, eres mía desde que me salvaste hace muchos años.

Sakura quedó enternecida con aquellas palabras que terminó besándolo con dulzura.

-Yo siempre te voy amar a ti Naruto Hatake, mi primer esposo. Cómo palabra te daré cada hijo que nazca de aquellos hombres serán nuestros, pero, no serán legítimos al trono.

Naruto sonrió por aquel acto de amor-. No dejaras que un niño de sangre Hyuga toque el trono de tu clan.

-Solo los hijos de mi primer esposo tendrán derecho a eso.

Se volvieron a besar con intensidad antes de salir de su alcoba y poner en marcha su plan; la primera en salir fue Sakura que se dirigió al cuarto de su hijo para su sorpresa o buena suerte ya estaba allí Hinata cargando al bebé.

-Buenos días, Hinata-san- tenia sus manos atrás de su espalda para que no viera la daga con veneno que escondía entre las mangas de su vestido, un movimiento en falso y aquella mujer caerá muerta por intentar lastimar a su hijo.

-¡Sakura-sama! Bu...buenos días, iba a ir a buscarla para agradecerle lo que hizo por nosotros anoche pero el llanto de este chiquito me desvío del camino- con cuidado le entrego al bebé a su madre-. Su hijo es una perfecta combinación de ambos, felicidades-en sus ojos perla se podía ver las ganas de llorar como si tan solo verla cargar a su hijo fuera terrible de ver.

-¿Pasa algo Hinata-san?- la invitó a sentarse sobre un cajón de madera y ella se sentó en frente en la mesedora para comenzar amamantar a su primogénito.

Hinata comenzó a llorar tratando de controlarse para no asustar al bebé que comia tranquilamente del seno de su madre, acepto un pañuelo de seda blanca que le entrego la princesa para poder limpiar sus lágrimas.

-Es que... Lamento mucho hacer perder su tiempo con estas cosas es solo que... Perdí a mi hijo antes de conocerlo-confeso entre algrimas-. Me enamore de un civil y de aquella aventura se formó mi hijo, pero, a los ojos de todo mi clan era un bastardo que no merecía ni existir así que me hicieron tomar té para abortar. Yo... Yo no sabía se lo juro, esa señora la conozco desde que era una niña y nunca hizo nada malo en contra de mi hasta ahora.

-Dios mío...-se aferró más a su bebé al escuchar aquella historia. Si el padre de aquel difunto bebé seguía vivo representaría un problema-. ¿Y el padre de tu... Hijo?

-Huyo al enterarse que perdí al bebé-se limpió las lágrimas y ya no volvió a llorar pero sus ojos seguían hinchados y rojos-. Dijo que si eso le hacían a los de su propio clan que no le harían a él al ser un civil.

Sakura se mantuvo callada agradeciendo aquel desgraciado huir como cobarde porque así podía emparejar a Hinata con alguien más.

-Mi esposo me comentó que los expulsaron de su clan ¿Estás segura?

Hinata asintió con la cabeza sin dudar-. Después de que maldijeron a mi primo Neji mi papá nos saco al bosque donde nos emboscaron, sin el don de mi primo a penas pudimos salir de allí con vida.

-¡Qué!- su mente volvió a reproducir lo que dijo la joven hasta llegar en la parte de la maldición-. ¿Le pusieron una maldición a Neji?- como fue que nunca lo noto. Las maldiciones siempre sueltan energía negativa que la hacen sentir cansada.

-Para evitar que use su don, sí.

En otro lado del castillo Naruto caminaba a paso firmar haciendo sonar su tacón de las botas para advertirle a todos que estaba en camino, siempre la frente en alto y solo bajarla cuando su reina se lo ordena eso fue lo que le enseño Sakura poco antes de casarse. Con un pantalón ajustado color azul, unas botas cafés que le llegaban hasta la rodilla y una camisa blanca con detalles azules es que salió con dirección a las caballerizas para encontrarse con su mano derecha.

Kiba Inuzuka, cabello castaño y ojos marrones de una piel morena, fue usado en su infancia como sacrificio volviendo lo mitad animal por eso tenía unos ojos parecido a los perros y sus largas uñas eran de temer. Siempre estaba con los animales por su fácil comunicación hacia ellos.

-¡Naruto-sama!- hizo una reverencia con su cabeza. Era feliz sirviendo a la familia real y no le pudo tocar un mejor trabajo que entre caballos teniendo al mejor instructor como jefe que era Naruto-. ¿Se le ofrece algo?

El rubio le sonrió feliz también de verlo-. La princesa Sakura y yo te tenemos un trabajo muy importante-camino hacia él y lo abrazo por los hombros para empezar a caminar, debido a las botas Naruto se veía unos centímetros más alto que Kiba.


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Uff lamento la tardanza!! Pero aquí lo tienen el siguiente episodio!! Si les gusto no olviden votar y dejar su comentario que los estaré leyendo❤️

Actualización: los sábados.

Sakura No HaremDonde viven las historias. Descúbrelo ahora