Rainbow | en edición ✔

Capítulo 1

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Capítulo 1: 

Ariana Brown.

23 de abril / 13 años

Para la mayoría de las personas su cumpleaños era el mejor día  del año. No los culpaba, yo pensaba lo mismo; mis padres me daban regalos, todo el mundo me felicitaba y me abrazaba, era un día dedicado solo para mí… Hasta que dejó de serlo y  se convirtió en la fecha que menos me ilusionaba del año pues en esos días eran los que habían cambiado no solo mi vida, sino también mi manera de verla y mi persona.

Mientras trenzaba mi pelo, no podía imaginar lo que, años después, significaría para mí mi cumpleaños.

─¡Feliz cumpleaños, Ariana! ─dijo mi papá con entusiasmo entrando a mi habitación.

Sonreí ampliamente, mis ojos se iluminaron y corrí hacia él.

─¡No lo olvidaste! ─dije emocionada, mientras me abrazaba.

─¿Cómo olvidar el cumpleaños de mi princesa?

Solté una risa tonta, me separé y al instante me dejó ver el brazo que tenía detrás de la espalda, extendiendo la mano, dándome algo.

─Toma ─me dió una cajita de cartón.

─¿Qué es? ─pregunté mientras la tomaba.

─Si te lo digo, se arruinará la sorpresa, Ari.

─Gracias, papá ─sonreí y abrí la cajita con mucho cuidado.

En cuanto la tapa de aquella caja se abrió, mis ojos se quedaron hipnotizados por aquel detalle; era un collar, pero no cualquier collar. Eran dos cadenas unidas haciendo una sola, en cada una de ellas había un dije.

Una luna y una estrella. Ambas eran de color dorado y en el centro tenían piedritas blancas que las hacían resaltar.

Me quedé mirando el collar unos segundos y sonreí ya que admiraba aquel detalle. Era perfecto.

─¿Te gusta? ─preguntó mirándome.

¿Todavía lo duda? ¿Cómo me preguntaba algo así?
Solté una risa antes de contestar.

─¡Me encanta! ─chillé y me le fui encima, abrazándolo─ ¡Eres el mejor papá del mundo! ¡Te quiero muchísimo!

─Yo igual te quiero ─me dijo y yo sonreí aún más─ eres mi hija favorita.

─Soy la única, papá ─le puse mala cara y puse mis manos en mi cintura.

Con su dedo índice dio un toque en la punta de mi nariz.

─Por eso.

Solté una risa, mi papá me miraba como si fuera lo más preciado para él y me colocó un mechón de cabello detrás de mi oreja. Sus ojos brillaban mientras me veía.

—¿Sabes que eres lo más importante para mí verdad? ¿Qué daría todo por verte feliz, hija?

—Claro —no dudé ni un segundo en responder— darías lo mismo que yo daría por ti, papá.

Quizá a esa edad no era muy consciente de a qué se refería ese "todo" pero muy independiente de saberlo, era mi padre y lo amaba como a nada.

Cómo cualquier hija daría todo por su padre sin saber a qué se refería o aún sabiéndolo.

—Sé que apenas eres una niña, Ariana, pero llegará el momento en que te des cuenta que la vida no es un cuento de hadas, cariño —me dijo despacio— pero a pesar de eso, quiero que siempre veas el lado positivo de las cosas.