11. Tranquilidad que no todos los días tienes

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-No parpadees o la vas a cagar-regañó mientras pasaba la máscara por el ojo de Hanamaki

Iwaizumi se encargaba de mantener el celular con la lámpara encendida alumbrando el rostro de su amigo pelirosa para que Nikkō pudiera trabar sin errores

-Base no necesitas, solamente estaría sobrecargando el rostro tan natural que tienes-comentó tomando un labia de un tono suave-Abre un poco la boca, esto es para que tus labios brillen un poco-

Pasó la brocha cuidadosamente por los labios del contrario sonriendo cuando terminó para alejarse, los dos amigos se encargaron de arreglar al otro chico para que pudiera verse en el espejo

-Toda una diva, anda demuéstrale a Matsukawa quien manda-alentó con una sonrisa

El timbre de la casa fue tocada, los dos chicos sabían que se trataba del moreno de cabello alborotado. Bajaron junto a Makki para abrir la puerta encontrándose con Matsukawa bien arreglado

-Los queremos aquí a las diez-fue la orden del rubio que se cruzó de brazos como si fuera un padre protector cuidado de su hija

-Anda vayan a divertirse, par de tontos-cerrando la puerta del hogar del pelirosa

Cada quien tomó lados distintos, la pareja yendo al restaurante mientras el par amistoso iba de camino a la casa de Hajime siendo que pasarían la noche allí viendo películas

-En que en serio amigo-se sentó a un lado del moreno-Maki-san es de esas personas que no creo que tenga buenas intenciones conmigo, ese día que estuvimos en mi casa al igual que el día que fuimos a la cafetería fueron horribles-

-Te lo dije, parece que ella sólo te quiere espantar-comentó negando-Por lo menos pudiste escapar con ayuda de Ushijima el día de la cafetería, me compadezco de ti por no haber podido escapar de tu propio departamento-

Suspiro asintiendo, le dieron play a la película viendo haciendo debes en cuando comentarios o riéndose de cosas demasiado ilógicas. Al final por las horas de la madrugada ambos quedaron dormidos en el sofá

Al siguiente día se dedicaron a buscar algo que hacer, así que decidieron practicar un poco de voleibol en el parque cercano a la casa de Iwaizumi

Mientras estaban jugando haciendo bromas debes en cuando el balón se les fue lejos, fueron a traerlo cuando vieron que alguien más lo tomó

Un pelinegro muy conocido para ambos mayores, su kohai Kageyama Tobio

-Aquí, Tobio-kun-le llamó para que le pasara el balón sorprendido de verlo tan alto

-Nikkō-san, es gusto verlo, igualmente a usted, Iwaizumi-san-dio una reverencia para ambos

-Sigues siendo igual de educado que antes-sonrió el chico rubio-¿Quieres acompañarnos a jugar voleibol?-

Sería entretenido cual era el gran nivel de juego del armador del que tanto escuchaba

Con un asentimiento el chico azabache se integró a ellos haciendo mejores jugadas por sus buenas colocaciones

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Fue un buen día, supimos que Hanamaki y Matsukawa tuvieron una fantástica cita

Jugamos voleibol, perdón por no invitarte pero es que Iwaizumi recalcó que si te invitábamos irías por todos los modos con Maki-san porque ahora parece que ni para cagar se alejan, según palabras propias de Iwaizumi

Aunque me sigue gustando la de idea salir nosotros tres (IWAIZUMI, TÚ Y YO) para jugar voleibol u otra cosa, sería divertido volver a esos viejos tiempos donde solo éramos unos niños que sólo pensaban en voleibol

Espero algún día se me cumpla ese pedido

A distancia  (Oikawa Tōru x Male reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora