No esta vez, destino.

Capítulo 1 - De vuelta al punto de partida

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"¿Duele?"

Jaune Arc dejó caer la cabeza hacia un lado. El humo espeso y el calor ondulante amenazaron con llenar sus pulmones, creando una bruma de mortajas oscuras ante él. Los músculos se tensaron mientras empujaba hacia adelante, solo para retroceder con un gruñido silencioso cuando el metal retorcido que lo sujetaba se negaba a ceder.

"Supongo que sí", la voz fue puntuada por el rítmico taconeo de los tacones sobre un suelo de baldosas. "Ciertamente hiciste todo lo posible, me causaste un sinfín de problemas ... más de los que un niño debería haber podido".

Estaba ardiendo. La piel comenzaba a ennegrecerse, cada parte de su cuerpo gritaba de agonía. Su aura se había ido, completamente agotada, pero aun así, sus ojos oscuros se clavaron en Crocea Mors, con los dedos carbonizados extendiéndose hacia ella.

"¡Creo que no! " Algo se estrelló contra su mano, huesos y cartílagos cedieron en un destello de dolor. Sangre, húmeda y fluida se deslizó entre sus dedos, y fue con una mueca que se dio cuenta de que su estilete le había atravesado el dorso de la mano. "Te subestimé una vez y perdí más de unos pocos peones valiosos por ese error. No otra vez, Arc."

"Por lo general eres mucho más reservado que esto", tosió, pero aun así se las arregló para plasmar una débil sonrisa en su rostro, "¿algo que no va a planear, tal vez?"

Iba a morir. Él lo sabía. Era tan claro como el cabello que quemaba lejos de su rostro, y la forma en que podía escuchar su piel burbujeando y estallando. Debería haber sido una experiencia nueva ... y de alguna manera lo fue.

Nunca antes se había quemado hasta morir.

"¿Y todavía te regodeas?" La pesadilla de su existencia negó con la cabeza. "Me asombra, de verdad lo hace. Pero en este punto ni siquiera importa". Sin importarle, entró en la conflagración, arrancando el talón de su mano arruinada con un crujido repugnante. Las mismas llamas parpadearon y se movieron ante ella, dando paso a su amo. Un talón, resbaladizo por la sangre, se posó junto a su cabeza cuando ella se arrodilló, las manos frías tocaron su mejilla, un pulgar frotando de arriba abajo.

"Le fallaste a Jaune Arc", susurró ella, respirando suavemente en su oído, "todos en los que creías están muertos. Tu equipo, tus amigos ... Desde tu pareja, hasta la pequeña Ruby Rose. muerto."

Sus ojos se cerraron, los labios se separaron para susurrar palabras que ninguno de los dos podía oír. Ansiosa por saber qué desesperación había sido liberada, la mujer se inclinó más cerca. Con su última pizca de fuerza, los ojos azules se abrieron de golpe, su mano rota y ensangrentada arremetió contra el revés de la mujer sonriente. Fue un golpe débil ... más bien una bofetada flácida, y no hizo más que conmocionarla, y dejar una mancha de su sangre en sus labios.

"Te mataré Cinder," prometió Jaune Arc, incluso mientras se limpiaba los labios ensangrentados con la manga de su vestido. "Te voy a matar. Voy a terminar con esto".

Ella se levantó ante él, los ojos ardiendo como el fuego que lo consumía. Lleno de tanto odio, sin embargo, no era nada comparado con el suyo. Ella iba a morir. Y lo disfrutaría.

"No Jaune, creo que vas a ser tú." Y con un chasquido de sus dedos, las llamas que habían estado manteniendo su distancia se precipitaron, un calor rugiente y el sonido de la carne crujiente.