Capitulo 1: Peligro.

12 0 0
                                    

1

Todo esta bien, trate de convencerme. Todo estará bien.

Es difícil tratar de negar lo que pasa, tarde o temprano te toca caer en la dura realidad siempre se va acercando sigilosamente sin que te des cuenta. Mi corazón esta vestido de duelo por segunda vez. La primera, fue cuando entendía poco y nada del mundo o de la vida en particular. Y hoy tengo la desgracia de vestirme de negro, otra vez.

Es poco creíble que venimos a este mundo para terminar dentro de un cajón de madera enterrado en las profundidades de la tierra. Mientras nuestro cuerpo es devorado por miles de insectos que disfrutan de un festín cada vez que alguien muere. Por lo menos podríamos hacer algo inteligente con la muerte, no desperdiciar hectáreas de tierra que solo sirven para derramar lágrimas y recodarte que en algún momento tú estarás ahí abajo.

Se que todos esperan que diga unas “ultimas palabras”, pero eso no pasara porque no hay ultima palabras cuando crees que su alma aun sigue aquí esperando por ti. Me prometió jamás abandonarme y por eso se que esta aquí junto a mi, junto a cada paso que doy. Me escape de la misa antes que el pastor pudiera dar por finalizada. Tampoco quería las condolencias de nadie, no me servirán.

Cuando estaba saliendo de la iglesia me tope con un hombre alto, le pedí disculpa en un leve susurro y me dirigí al único lugar que pienso cuando necesito ayuda.  Camine bajo la humedad de la tarde de otoño adentrándome al cementerio. Cada paso hasta allí iba acompañado de una pregunta: ¿Qué pasara ahora? ¿Qué me tiene preparado la vida? ¿De que sirve mi existencia acá?

-         Hola - dije cabizbajo- Se que a pasado bastante tiempo desde la ultima vez que vine, pero he tenido días muy buenos, solo que hoy…- me senté en el pasto húmedo- No se que hacer, tengo miedo. Todos se han muerto y me abandonaron. Yo también quiero estar con ustedes ¿Puedo? o ¿Tengo que esperar? Tal vez mañana la muerte me visite, y sea mi hora.

Me quede mirando la piedra que lleva desde hace tiempo grabado el nombre de mi madre. Luche para no empezar a llorar, pero fue absurdo. 

-         ¿Qué debo hacer? – dije entre sollozos. 

Aunque me dirán demente esperaba respuesta de esa roca como si tuviera viva, por lo menos para mi lo esta, y pude hablar. Contemple por ultima vez las polvorientas flores de tela de la tumba y seque la ultima lagrima que me quedaba con el puño de mi pulóver favorito, me levante y sacudí el césped que se había pegado en mi pantalón.

En el cielo amenazaban algunas nubes negras que proclamaban  a su paso la venida de una gran tormenta. Si no lograba llegar a casa, o lo que quedaba de ella, pronto me vería obligada a caminar bajo la lluvia.

Tome el camino mas largo hacia la entrada del cementerio, no quería pasar por donde seria enterrado su cuerpo para se parte de uno mas en este lugar, ser olvidado y convertirse en cenizas, ese era su destino ahora.

Tuve que pasar por la vieja parte del cementerio donde solo quedan ruinas de lo que alguna vez fueron tumbas de importantes personas para la historia o fracasados que solo viven en el recuerdo de pocos. 

El paisaje esta pintado de mausoleos tapados por enredaderas, moho  y humedad.  En algunos se puede ver hasta el cajón que desafía con dejar a escapar el alma que contiene desde hace bastante tiempo. Los cuervos son los únicos que se atreven a entrar a las tumbas, ellos sobre vuelan toda esta parte para ahuyentar a quien se atreva a pisar su “hogar”.

Cuando era pequeña estaba acostumbrada a venir varias veces por mes y solía jugar a las escondidas aquí. Si no fuera por eso,  ahora estaría en medio de un laberinto y no podría encontrar la salida.

BalanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora