La soledad parece insoportable en muchas ocasiones, el silencio no existe del todo, los ruidos del exterior de nuestra habitación se ensordecen entre nuestros pensamientos de dolor y angustia, es por eso que nos creemos solos aunque estemos rodeados. Rodeados de maquinas que funcionan para mantener con vida a una persona, enfermeros y doctores caminando a prisa por los pasillos y el propio palpitar de nuestro corazón angustiado por obtener respuestas que solo llegaran cuando pase el tiempo debido.
León no podía creer lo que pasaba, Pierina se encontraba en terapia intensiva por el golpe que recibió en la mansión, tenía miedo de que perdiera la vida a causa de Violeta, a ojos de cualquiera solo habría sido un accidente, solo el conocería la verdadera causa, ¿como entonces podría vivir así? ¿Cómo entonces podría volver a ese lugar y ver con los mismos ojos de amor a su Galatea?.
Pasaron varias horas hasta que el medico que recibió a Pierina hablo con el, le pregunto si era su familiar y el no tardo en explicarle la relación que tenían, no sabia nada de ella, solo era su jefa, el medico se ofreció entonces a buscar a sus parientes buscando en sus pertenecías, le sugirió se retirara pues ya había hecho bastante por ella y como era de esperarse, solo atribuían el incidente a la casualidad, pero León no podía dejarla sintiéndose responsable, pidió ser quien buscara a su familia y el medico accedió, parecía no estar interesado del todo en eso, después de todo Pierina continuaba con vida gracias a el.
Revisando las pertenencias de Pierina, León hayo su agenda telefónica, se sentía un poco incomodo al tener que hacerlo, pero no podía dejarla sola sin que su familia supiera de ella, no encontraba algo que le diera indicios de un pariente o algo así, sabia que era solitaria y muy fría, pero como podría hallar a un ser amado que se preocupara por ella si solo encontraba nombres y nombres y ninguno le podía ser familiar, así fue como decidió llamarlos al azar alguno seria su amigo, comenzó con las mujeres que le parecía había mas posibilidad de que la conocieran, pero ninguna reconocía el nombre de primera oía, una clienta, otra vendedora que no sabia nada personal de ella, un número fuera de servicio, otra clienta mas, cada vez se desesperaba más, esta mujer era solitaria y no parecía sencillo encontrar a alguien que la conociera, se le acababan las monedas para marcar y también la paciencia. No había suerte con las mujeres, quizá con algún hombre, pero lo mismo, un cliente primero, un empleado de su oficina, nuevo para colmo, pero con el se empezaba, quizá el jefe sabría algo de ella y le pidió información de el, pero el inepto no tenia el número para localizarlo, le pidió su nombre: "Augusto" y lo busco en la agenda, le colgó sin darle las gracias por su torpeza al hablar, marco presuroso, pero el numero no existía, León no lo podía creer, golpeo la pared desesperado, ¿donde encontrarlo ahora? No se rindió y busco de nuevo su nombre y ahí estaba entre las hojas de la agenda una tarjeta con su nombre.
Se apresuro a marcar, los tonos de marcado le parecían eternos y finalmente una voz al otro lado pareció iluminar su camino, en efecto este hombre conocía a Pierina, el restaurador le contó sobre el accidente y lo que hacia para ella, Augusto se quedo en silencio, era evidente le preocupaba su vendedora estrella, pero hasta donde el sabia, ella solo contaba con su madre como pariente y la pobre mujer ya llevaba tiempo en una casa de cuidados debido a la enfermedad de Alz haimer, León no lo podía creer, no podía dejar a su jefa así como así, si estaba sola, le agradeció a Augusto disculpándose por molestarlo y aunque el hombre al otro lado del teléfono estaba preocupado, no iría a cuidar de ella ni a verla, en cambio le pido a León se quedara ahí a su cuidado y le informara como se encontraba, León así lo haría, colgó volviendo a donde se encontraba, no se iría hasta que ella recobrara la conciencia.
Sintiéndose solo, el medico de Pierina lo abordo de nuevo, le pregunto si había encontrado algún pariente y el le contó todo, lamento la situación, pero no podía dejar que se quedara, la hora de visita se acababa, afortunadamente tenia buenas noticias para el, su jefa estaba estable y la pasarían a una habitación para estarla supervisando, el le agradeció la noticia, le dijo que volvería a la mañana siguiente, no sabia si volver con Violeta y recordó darle al medico el numero de Augusto por si algo cambiaba en su estado, aunque sabia que el no iría, por lo menos alguien podría contestar la llamada telefónica, pues el no tenia numero al cual lo pudieran contactar, se marcho en medio de la noche.
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Galatea
Mystery / ThrillerLeón es un restaurador ya fastidiado de la monótona vida que lleva, un día recibe la oportunidad de restaurar una antigua mansión. En el lugar se encuentra con la imagen de una interpretación de "El nacimiento de Venus" que esconde grandes secretos.