TGAR-[The Glory After Rebith] ③

Capítulo 456. Recuperación de Jiangzhou

Tras la captura de Wang Xiangxin, el ejército rebelde quedó terriblemente desmoralizado y pronto fue derrotado por completo. Algunos comenzaron a huir hacia el puesto de control en la confusión, y algunos fueron capturados en el acto.

Hai Mu, aprovechando la victoria, llevó a la guarnición de Haizhou a Jiangzhou y al mismo tiempo hizo que se entregaran rápidamente copias del último informe del campo de batalla a Xiao Jiangyue, el general Zhongwu, así como a los generales a cargo de otros puntos de control, diciéndoles que se unan para atacar Jiangzhou desde todos los lados.

En cuanto a Haizhou, el gobernador de Haizhou y el comandante de la armada de Haizhou fueron responsables de la limpieza. Yuwen Tong y Ling Zhang se mudaron a la ciudad de Pingtao. Wang Xiangxin había sido trasladado a la ciudad de Pingtao para ser interrogado.

Atado con el látigo de Qiu Bing, no se atrevió a moverse por miedo al veneno en el látigo, pero sus ojos miraban a Qiu Bing con resentimiento. Durante el viaje, Qiu Bing le había dicho muchas palabras provocativas a Wang Xiangxin, porque había disfrutado mucho al ver a Wang Xiangxin consumido por la furia pero sin poder hacer nada al respecto.

"Es suficiente. Llévalo allí de inmediato. Nuestros maestros llegarán pronto", dijo Yao Yi, acercándose.

"Es tu día de suerte", señaló Qiu Bing, haciendo que Wang Xiangxin entrara en una habitación.

"¡Arrodillate!" Qiu Bing le dio una patada a los huecos de las rodillas de Wang Xiangxin, que instantáneamente hizo que Wang Xiangxin cayera de rodillas.

El rostro de Wang Xiangxin se retorció de ira. "!T-Tú!"

Qiu Bing resopló débilmente, "Se bueno y permanece de rodillas. Si te atreves a hacer algún truco, te mataré ".

En el momento en que llegaron Ling Zhang y Yuwen Tong, vieron a Wang Xiangxin arrodillado obedientemente en el suelo, Qiu Bing haciendo guardia a un lado, luciendo tan feroz como un guardián.

"Me siento honrado de arrodillarme ante usted, Su Majestad, Su Alteza", dijo Qiu Bing al verlos, reemplazando su mirada feroz por una deferente, presentándoles sus respetos con la debida formalidad.

"Puedes levantarte", dijo Ling Zhang, mirándolo. "No hay necesidad de hacer guardia aquí por el momento. Ve y comprueba si Dashan o alguno de los demás guardespaldas está herido ".

"Si su Alteza." Qiu Bing se puso de pie, retiró el látigo que se enroscaba alrededor de Wang Xiangxin y le dio una mirada asesina antes de irse.

...

Nunca se le había pasado por la mente a Wang Xiangxin que Yuwen Tong realmente le otorgaría una audiencia. Su rostro se puso bastante hosco al ver entrar a Yuwen Tong y Ling Zhang, pero tuvo que contener todas sus amargas palabras a pesar de que estaba muy inconforme con la situación actual.

Había exigido una audiencia con Yuwen Tong únicamente porque quería vivir. Sabía muy bien que era imposible para él salvar su pellejo delatando a sus subordinados en Jiangzhou , a Zhu You y algunos otros, así  que a  quienes  iba a traicionar era al  Reino Wan y al Reino Luohai, los cuales se habían ofrecido a ayudarlo.

El Reino Wan había sido el primero en contactar a Wang Xiangxin, y Wang Xiangxin todavía tenía una carta del Reino Wan en la mano, que era una prueba clave. Eran estas cartas las que Wang Xiangxin tenía la intención de ofrecer a cambio de su vida.

Desafortunadamente para él, a los ojos de Yuwen Tong, él era el líder del ejército rebelde y debía morir, ya que Yuwen Tong no quería que hubiera cabos sueltos. Una carta clave del Reino Wan fue de poca importancia, porque el Reino Wan, después de pagar grandes cantidades de reparaciones de guerra dos veces seguidas, ahora estaba terriblemente empobrecido y no podía pagar más compensación. Si se les presiona demasiado, es posible que entablen una lucha desesperada. Actualmente, tanto el Reino Wan como el Gran Wen necesitaban urgentemente un período de paz para recuperarse y reconstruirse, y ninguno de ellos libraría una guerra en los próximos años. Después de que los ejércitos de los dos países recuperaran toda su fuerza, definitivamente habría otra guerra, incluso si ninguna de estas cosas hubiera sucedido.