| 𝑽𝑰𝑬 𝑴𝑰𝑬𝑼𝑿 𝑽𝑬́𝑪𝑼𝑬 |

Ⅰ. Job interview.

─────── ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ ᴜɴᴏ ───────

                ↳ " Job interview. "

           | Narrador Omnisciente|

                            【 ✩ 】

Durante ese último par de meses el único recurso que la rubia tenía de conseguir empleo eran los anuncios
del periódico o los avisos que veía
fuera de las tiendas. Pero eso no le estaba siendo de mucha ayuda, ya
que aún no la habían aceptado en ninguno de ellos. Sinceramente ya estaba comenzando a desesperarse.

Tal parecía que la suerte no estaba
de su lado últimamente.

Aunque por suerte, y como si fuese
un auténtico milagro, había logrado conseguir una entrevista de empleo
en uno de los mejores restaurantes
de toda madrid, el vie mieux vécue, famoso por su alto rendimiento. Al comienzo se puso muy nerviosa, y consideró no ir. Pero por suerte, su mejor amiga de toda la vida, Amira,
la convenció de ir. No perdería nada por intentarlo, ¿no es así?.

Aquél día había llegado, el día de la entrevista, el día que la chica rubia llevaba esperando con ansisas y ta-
mbién algo de miedo.

Se despertó y miró su móvil, era un
día Jueves y daban las cinco con dos
de la mañana, exactamente. Frotó
sus ojos con pereza, jamás pensó en que algún día se despertaría tan te-
mprano, y menos por cuenta propia. Minutos después de lograr despertar por completo, se levantó de la cama
y emprendió camino al baño de ese pequeño departamento que compa-
rtía con Amira.

Procuró caminar en silencio, para
no despertar a la morena. Ese era
su primer día libre desde hace un
buen tiempo, y merecía disfrutarlo.

Siguió con su rutina matutina hab-
itual que consistía, básicamente, en ducharse, cepillarse los dientes, ir a vestirse, aplicarse crema y perfume, maquillarse (un poco) y peinarse. Le llevó treinta y cinco minutos estar
lista, y eso era todo un avance para
la rubia ya que, por lo general, solía demorarse mucho más.

Tomó sus cosas y salió de casa a las cinco con cincuenta y cinco. Faltaba aún un buen tiempo para que la en-
trevista comenzara, pero quería lle-
gar ahí antes de la hora, sólo para asegurar que no llegaría tarde esta
vez.

Tomó el subterráneo y se puso los cascos, mientras reproducía su di-
sco preferido de bad bunny entró
al grupo de whatsApp que sus am-
igas y ella habían creado para así seguir hablándo después de dejar
la escuela. Aunque ahora que ya
todas estaban en la universidad
se les hacía difícil seguir hablan-
do igual que cuando aún estaban
en el instituto.

A veces Cristina echaba mucho de menos esos días, cuándo su madre
la despertaba molesta y cuándo lle-
gaba al insti, y estaba un rato con
sus amigas, y todo lo malo pasaba.
Las echaba de menos a ellas, más
que al instituto en si.

El camino al restaurant se le hizo cortísimo, y cuándo llego a la est-
ación se bajó, salió del subte y se encaminó al lugar. Tardó solo un
par de minutos en encontrarlo, a
decir verdad jamás había comido
ahí, pero con sólo ver el exterior
podía asegurar que era un lugar
bueno y costoso. Se puso nerviosa.

¿Y si no la aceptaban?, Quizás no
era lo suficientemente buena como para trabajar en un lugar como ese,
de seguro pasaría la vergüenza de
su vida. "Dios, no debí haberle echo
caso a Amira", Pensó la rubia.

Hasta ese momento no se había
fijado en la fila que había a un
costado de la puerta, supuso que
todas esas personas estaban ahí
por el empleo. Estaba comenzando
a arrepentirse, pero se puso a la fila
de todas formas.