Capítulo 3

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Habían pasado varias semanas desde la última vez que vi a Dinah en aquel bar. Debo decir que extrañaba salir con ella y Ally, esas vacaciones que pasamos juntas en Miami fueron las mejores de nuestras vidas. Si, probablemente todos los recuerdos se basaban en emborracharnos a la orilla de la playa y sostener el cabello de Dinah mientras devolvía todo lo que habíamos comido esa tarde, pero eran algo que nunca cambiaria. No todo fue felicidad en esas vacaciones, mi novia, o mejor dicho, ex-novia, decidió marcharse, “navegar otras aguas”, evidentemente después de haberse acostado con más de la mitad de Miami estando conmigo. Ally estuvo ahí para mí, como ha estado desde ese momento, me obligaba a comer, a bañarme e incluso a salir. Mantuvo mi mente bastante ocupada con las típicas conversaciones de “ella no era para ti”, “siempre supe que era una perra”, “te mereces a alguien mejor”, entre muchas otras. 

Alguien llamó a la puerta de mi oficina, interrumpiendo mis pensamientos.

- Adelante.

- Lauren, tienes que ir a la sala de modelos- dijo Jessica, mi secretaria. Solté un suspiro de frustración.

- ¿Cuantas son hoy?- pregunté levantandome de mi elegante silla de cuero negro.

- Solo quince- me dedicó una sonrisa.

Gruñí. Jessica me acompaño hasta el ascensor y lo marcó. Estaba vestida con un pantalón negro, una chaqueta negra sobre una camisa blanca y un pequeño corbatín en el cuello.

- Lindo toque- dije tocando el lazo negro- Me agrada- mi secretaria sonrió y desvió la mirada inmediatamente. Mordí mi labio para esconder mi sonrisa, me parecía bastante gracioso lo nerviosa que se ponía cada vez que me acercaba a ella.

El elevador se abrió ante nosotras e ingresamos a el. Presioné el segundo piso, las puertas se cerraron y quedamos en silencio, me miré en el espejo y supervisé que mi cabello y maquillaje estuvieran en su punto, y lo estaban. Las puertas se abrieron de nuevo, dirigí una última mirada a mi reflejo y bajé de el. Caminé por el largo pasillo hasta la sala 26, o mejor conocida como la sala de modelos. Respiré profundamente antes de girar la perilla de la puerta. Al entrar, diescisiete pares de ojos se fijaron en mi, las modelos corrieron a su sitio, mientras yo me dirigía al amplio escritorio de caoba donde se encontraban dos de mis colegas.

- Llegas tarde, Jauregui-  escupió James.

- Buenos días para ti también.- dije sonriente ante su evidente frustración- Buenos días, Lisa- me saludó- Empecemos, ¿Les parece?- dije tomando asiento.

Comenzó a sonar una canción con un beat bastante gastado, mientras las modelos caminaban al ritmo de la música. Las chicas se paseaban con gracia por la pequeña pasarela, algunas sonrientes, otras no tanto. Tomaba apuntes de las posibles seleccionadas, igual tendría que discutirlo con James "quiero ser mejor que Lauren" y Lisa "si, como sea".  No habían pasado 10 minutos cuando ya la canción me causaba náuseas.

Bip - era mi teléfono. Le eché una ojeada rápida debajo de la mesa, era un mensaje de Dinah. Sonreí, mientras lo abría.

"Laur, tienes planes para almorzar hoy?"

Traté de responderle lo más rápido posible.

"Totalmente disponible. Five guys a las 12 si termino a tiempo ;)"

Volví a colocar el teléfono sobre la mesa y levanté la mirada, las chicas seguían caminando. Suspiré de frustración una vez más, inmediatamente la música dejó de sonar.

- Bien, chicas- dijo Lisa colocándose de pie- Mañana se llamarán a las elegidas. Gracias, tengas un buen día.

Las modelos salieron de la sala. James colocó las fotos de todas las modelos sobre el escritorio de caoba. Tomé mi labio inferior entre mis dedos.

Never felt this wayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora