Quiéreme Más

2 || Los Angeles en la tierra

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"Después de todo no estamos tan lejos... Tu y Yo vemos la misma luna, ¿cierto?

-Av14

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Horacio

Cuando era pequeño recuerdo vagamente una historia que me contaba mi padre, dónde dejaba en claro que muchas veces me encontraría con personas que parecían angeles que habitaban en la tierra, al principio no les creí, podía ser un niño pero no era tan tonto.

También decían que si un héroe se encontraba con un angel, estos serían los encargados de salvar al mundo, pero lo que se olvidaron decirme era que nadie además del ángel podía salvar al héroe. Y no lo creía hasta que uno de ellos me salvo, Sentados en la oscuridad de la noche observando la misma luna, admirando las mismas estrellas, nuestras almas y corazones estaban siendo arrullados por la luna, siendo solo dos personas que se tienen uno al otro; Tal como en la historia, solo un héroe y un ángel que trataba con mucho esfuerzo arreglar algo que no había roto.

Muchos dirán, que estúpida historia me estas contando y créanme hasta yo lo creí alguna vez, pero ¿Quién era ese "ángel" para mí? ¿quizá aquél que siempre ha Tratado de salvarme? o tal vez sea quién siempre aparece en momentos adecuados, Por que ante mis ojos es así es, aunque sea difícil de creer todo Héroe tiene que ser salvado más de alguna vez, por qué no siempre se puede ser fuerte, por qué no siempre puedes estar completo, por qué no siempre puede ser feliz, Los héroes también se rompen, los héroes a veces también son débiles, porque se cansan de ser fuertes y eso era lo que me costaba entender, llevaba mucho tiempo siendo fuerte y muchas veces me negaba ante mis propios sentimientos, muchas veces quería gritar, muchas veces me quería rendir, pero también muchas veces me levanta más fuerte que nunca, pero también muchas veces no podia hacerlo sólo y ahí estaba mi pequeña gran ayuda, mi ángel de la guarda, la estrella que me acompañaba a todos lados y una de las luces de mi vida, quien diría que la única persona capaz de entender mi corazón desordenado sería un doctor, uno muy lindo, amable y dulce que todos conocemos, un doctor que siempre sabe que decir, aquel ángel que lleva como nombre Claudio.

Aquel ángel que aunque piense que no lo sé, vive enamorado de alguien que no le corresponde, irónico es que a ninguno de los dos nos vaya bien en el amor.

En esa noche agradecí que todo estuviera en silencio, por que me encontraba tan cansando mentalmente y exhausto físicamente que se me hacía imposible tratar de siquiera sacar un tema de conversación y agradecí tanto que Claudio supiera que con él simple hecho de que él estuviera aquí conmigo era suficiente para hacerme sentir en paz.

Sentí la mirada intranquila de Claudio en mi rostro y aunque no quería hablar aún así me arriesgue.

-¿Soy muy guapo verdad? -bromeó.

Veo a Claudio entrar en pánico y sonrió.

-Eh, si, la verdad sería muy tonto si no lo notará. -dice.

Y nuevamente caemos al silencio. Uno muy cómodo, uno muy en paz.

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Claudio

Volkov era un estúpido, uno muy grande literalmente. ¿Cómo era posible que no pudiera notar a Horacio? ¿Eso siquiera es posible? Horacio es una estrella que brilla en todos lados y era imposible no fijarse en él.