-Capitulo 1-

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Como siempre la poca luz de mi ventana me levanto con pesades, mi cuerpo aun no se acoplaba a las nuevas exigencias de mis padres los cuales por mas que tratara se negaban a dejarme como un mujer sola y libre haciendo que mi terquedad y sed de conocimiento latiera al flor de piel, bajar a desayunar era un enorme desafio puesto el simple hecho de vestir "apropiadamente" como una verdadera dama de la realeza hacia que mis rutinas mañaneras se hicieran lo menos placenteras, aquel corse aplastamaba hasta lo que no tenia haciendo que mi poca paciencia se agotara por tener que inclusive pedir ayuda a mi nana en la puesta de este, al por fin tenerlo puesto seguia aquella esponjosa masa de crinolina para esponjar de manera notoria mi amplio vestido, el peso hacia que siempre quisiera estar sentada cosa que no podia hacer ya que las "damas" deben cumplir las expectativas y atender de forma correcta a sus esposos por ende deben permanecer de pie la mayor parte del día, aquellos incomodos zapatos hacian que mi cuerpo quisiera estar 3 metros bajo tierra llevandome al colapso mental y fisico al tener que aguantar todo eso por casi las 15 horas que permanecía despierta.

Al bajar a la mesa lo primero como siempre es sentarce erguida y tener buena postura inclusive al inclinarse a beber de la sopa, los ojos juzgadores de mis padres miraban con atencion mis movimientos haciendo que mi cuerpo se tensara y recordara todas mis practicas de modales, como pude capte las ordenes de sus miradas y desayune como una buena Dama teniendo así la aprobación de mis padres.

Me sentia completamente agobiada por el hecho de aguantar una y otra vez los reglazos en la espalda por no saber mantener una postura incompetente que no me servira mas adelante salvo para los famosos retratos familiares o otro tipo similar de cuadros, la mujer que educaba se tomaba la molestia de repetirme una y otra vez lo que tenia que hacer para complacer de diferentes formas a mi esposo, cosa que simplemente no llamaba mi atencion, nunca fue mi sueño, pero aparentemente una mujer sola no es mas que un pedazo de mierda adante, si pudiera cambiaria aquellas inmundas normas y formas de ver a dichas mujeres seria un mundo distinto.

- Derecha!

Un reglazo en mi espalda hizo que mis pensamientos cesarán haciendo que un respingo se presentara en mi rostro ganadome otro más fuerte, no objete nada ya que no quería otro más fuerte, me endereze y mire al cuadro que colgaba sobre la chimenea, mi madre en una postura perfecta y mi padre con una postura un poco mas holgada y floja, cosa que me enfureció.

Como desearía que las cosas fueran completamente opuestas para que ellos probarán una cucharada de su propia medicina, lastimosamente eso no se podía hacer, haciendo que bufara y soltara una rabieta en mis adentros, como odio la clase de modales.

ᒪᗩ ᗪᑌᑫᑌᗴՏᗩ ᗷᒪᗩᑎᑕᗩDonde viven las historias. Descúbrelo ahora