A Change in Fate

-c h a p t e r II-

☆゜・。。・゜゜・。。・゜★

La brisa afuera de mi ventana se volvió un color
Saber que volveré a ver el Sol
Las hojas se han convertido en un tinte de naranja
Respuestas que estarán dentro de mi
¿Qué dejaré detrás de mi?
¿A dónde eligiré ir?

ZAYN - River Road

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Helena Valois era una niña excepcional, todos lo decían. Alexandre sabía que ella siempre estaba moviéndose, investigando y buscando con que divertirse.

Viajaban constantemente, desde que Agathe falleció dos meses después del nacimiento de Helena para evitar que Lord Valois hiciera algún movimiento estúpido. Alexandre sabía que aunque su padre valoraba a la familia en apariencias, ese hombre valoraba más su orgullo.

Observaba con una sonrisa como su sobrina jugaba con un pequeño perro que se encontró en el parque, actualmente se encontraban en Londres y Helena le había dado su sonrisa más inocente y lo engatusó para que la llevara a pasear. Sabía que si no aparecía el dueño de ese cachorro, terminarían llevándoselo.

Ahora que era Lord Valois, estaba llevando a cabo su investigación sobre el padre de Helana.

Según su hermana Edric era un muchacho sin magia y lo había creído al principio, pero los Valois tenían cierta sangre de criatura en su sistema. Helena no podría haber nacido si él no tuviera un mínimo de magia.

Después de muchas idas y venidas la única explicación que le vino a la mente que la familia de la que venía era squib.

Una simple prueba de herencia a su sobrina rastreo su árbol genealógico hasta Charlus Potter y Dorea Black. El hijo menor de Henry Potter y su esposa tuvieron a Edric, irónico que una familia tan aferrada a la pureza de la sangre con los Black sean una de las familias que más squib produce.

Sabiendo como sería tratado su hijo, ambos se mudaron a Francia antes de que la familia de Dorea Black se de cuenta que el niño no tenía magia y ambos decidieron ya no volver a usar su don.

Intentó saber de ellos pero se enteró que había fallecido poco antes de que Edric conozca a su hermana.

Pero él no sabía que Helena llevaba a cabo su propia investigación, plagada de sueños extraños ella no siempre estaba aquí, era de algún lugar lejano dónde la llamaban Harry.

Sus sueños eran muy borrosos y no tenían mucho sentido: un armario, un gran castillo una luz verde, entre otras cosas. Al tratar de darle forma solo le provocaba dolor de cabeza, pero tenía la seguridad de que era muy importante.

—... nunca había visto un parque muggle...— oyó una voz, aunque su familia era francesa, su tío también le enseño inglés gracias a sus constantes viajes.

Un gran lugar lleno de gente dónde destacaban unas personas con cabello pelirrojo apareció en su mente. Sacudió la cabeza y se acercó al niño.

—No deberías gritar eso aquí— le dijo la niña de seis años con el cachorro en los brazos. Si algo le había enseñado su tío era no mencionar nada del mundo mágico.

El pequeño cachorro empezó a olfatear al niño y este retrocedió.

—¿Quién eres tú?— le preguntó el chico con un tono que no le gustó, aparte sintió el desprecio a su nuevo compañero.

—Solo te di un consejo, no seas grosero— le sacó la lengua.

—¡James, no debes alejarte así!— una señora se acercó corriendo y abrazó al niño.