Llueve, llueve en febrero. Llantos de cielo por doquier. Sigo creyendo que no es por mi este diluvio. Alguien más le hablo al cielo, alguien más fue apaleada en secreto. No soy yo. El cielo me engaña y se venga de las promesas rotas. Lo siento. Perdón, no puedo evitar que gotas broten de mis ojos. Nadie las secó. Nadie seca mis lagrimas. Nadie me ve. Soy invisible.