Twilight Sparkle 1/2

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Varios días habían pasado, Spike Pinkie y Scootaloo seguían en el castillo de Celestia, el dragón como la Pony rosa estaban en el jardín real paseando para pasar el rato, a Spike ya se le notaba una cara de aburrimiento, Pinkie lo miraba y se preguntaba a sí misma que era lo que le pasaba, en eso frena haciendo qué el dragón se pare, la mira y ella a él.
- ¿Que te sucede Spike? -
- eh... Nada ¿Por? - respondía confundido el dragón.
- te e notado algo distraído y como aburrido estos últimos dos días. - Spike la mira y reacciona a lo que le había dicho la pony rosa, así que le responde.
- oh, bueno... La verdad es que... Estar aquí en el castillo tanto tiempo, la verdad que aburre mucho. -
- bueno... Si es verdad. -
- por lo menos mi madre tiene convenciones o por lo menos citas que atender y entretenerse.. estos últimos días ya nos hemos puestos muy al tanto que ya no hay nada que charlar y estar aquí encerrados no ayuda. -
- ¿Osea que te estás aburriendo de mi? - dice repentinamente la poni rosa de una forma molesta.
- ¡¿Que... No?! - dice preocupado y reaccionando bruscamente el dragón, mientras Pinkie se cruza de brazos y se da la vuelta. - ¡No dije que ya no quiera pasar tiempo contigo, solo estoy diciendo que estar encerrado aburre asta a las moscas! - reclamaba el dragón preocupado de haber molestado a la yegua... Pero en eso Pinkie se da la vuelta y le saca la lengua en forma burlona y salta a los brazos de el dragón.
- lo sé tontito, solo estaba jugando. -
- ¿Que...? ¡¡Aaaahh!! Que idiota que soy al creerte. - dice molesto el dragón por lo sucedido, mientras la poni rosa se reía de el.

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En la oficina de Celestia, ella estaba con unos papeles aprobando y desaprobando cosas que le proponían sus pueblerinos. Se le notaba algo cansada y bastante aburrida pero justo en esa situación entra su hermana luna, que parecía estar bastante despierta a excepción de que tenía unas ojeras bastante grandes.
- Buenos días hermana - decía la yegua color azul oscuro a lo que la hermana mayor responde. - Buenos días luna ¿Qué andas haciendo a estas altas horas del día? -
- bueno, me mantuve despierta porque estába hablando con una amigo a la distancia por correo y de los nervios no podía dormir... Así que me tomé creo que cuatro tazas de café. -
- mucho café te hará mal Luna. -
- lo sé, pero si este compañero supiera hacer correo dragón sería más fácil y divertido. -
- ¿Y no puedes visitarlo en sus sueños para hablar con el... Y de que es eso que tanto no puedes esperar para leer? -
- le mandé mi resultados de Embarazo. - decía burlona la hermana menor, algo que sorprendió y disgusto a la mayor.
- ja, ja... Muy chistosa. - decía Celestia, pero si hermana responde.
- no te metas en nuestras charlas secretas que tengo con este niño... Además, si lo visito en sus sueños, lo que pasa es que no es de soñar demasiado, y para tener conexión con alguien, necesitas que sueñe... -
- ¿Acaso es ese niño con la mancha en el ojo? -
- si, ya está bastante crecido por suerte. -
- ojo con lo que piensas hacer con ese niño. -
- ¡¿Cómo crees?! Es solo un adolescente... Encima soy cientos de años mayor que el, no soy como tú qué te atraían cualquiera a mi edad. -
- si... Por eso te digo. -
- hablando de adolecentes... - decía Luna con curiosidad.

- recuerdas que Pinkie Pie nos dijo que la marca de Spike se había echo mucho más pequeña -
- si, lo recuerdo - afirmaba Celestia.
- bueno... Mi pregunta es... ¿Cómo sabe ella que la marca se achico... Acaso lo desnudo y lo vio completo para saberlo? - en eso Celestia se ruboriza y molesta mira fijamente a Luna, lo cual está la miraba algo somnolienta, pero Celestia con su magia hace desaparecer la taza de café de las manos de Luna haciéndole molestarla.
- ¡Deja de tomar café que te está haciendo decir tonterías, y vete a la cama que a la noche después no podrás trabajar! -
- recuerda que me debes dos horas de sueño por lo anteriormente. - Celestia molesta vuelve a lo que estaba haciendo Y mientras leía no podía dejar de pensar en lo que había dicho su hermana, haciendo que poco a poco se ponga más colorada hasta el punto de estallar.

la verdadera historia de SpikeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora