Still with you// Kookv //

Lee JiEun

"¡Jungkook! Deja de ser un cobarde, es una gran oportunidad" Dijo enojada la pelinegra.

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Dos horas antes...

"¿Entonces...? ¿Sugieres que vayamos a ese restaurante, cantemos y que mágicamente nos darán trabajo? Sí, ya casi"

"Corrección, cantarás, yo solo observaré y estaré atenta a posibles opciones, escucharé las opiniones del resto, y si son positivas, será mi turno de cantar en la próxima" Alzó una ceja mientras le explicaba a Jungkook.

"¿Entonces me tengo que sacrificar yo por el equipo? Genial" Bufó el pelinegro.

"Por favor Jungkookie, recuerda que no es por nosotros, es por nuestros padres" Suspiró su hermana pesadamente.

Jungkook también suspiró, quedándose un rato callado.

De repente, se levantó del sillón, agarrando la guitarra que estaba a su lado.

"Tienes razón, alístate, iré a cantar" Dijo Jungkook decidido.

La pelinegra saltaba por toda la habitación haciendo escándalo y coreando el nombre de su hermano mientras ambos reían.

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Él y su hermana no eran pobres, pero sí saben que sus papás se han esforzado mucho para que los mellizos fueran a la universidad, ya que es una muy prestigiosa, y cómo no? Querían lo mejor para sus hijos, sus dos estrellitas de su cielo.

Entonces, empezaron a trabajar ambos día y noche, llegando hasta el punto de desmayarse un par de veces de sobre-esfuerzo debido a las pocas horas sin dormir, pero, esto a ellos no les importaba. Les podrían sangrar las manos de trabajar, pero serían felices siempre y cuando le dieran los mejor a sus amados hijos.

Esto no había pasado desapercibido por ambos pelinegros, y estos estaban tan agradecidos con sus padres, que tenían planeado para finales de salir de la universidad, devolverles el doble de los que ellos invirtieron en sus estudios, ya que estos se merecían eso y más.

Pero claro que era complicado, ambos solo estudiaban y con costo tenían tiempo para comer en sus días libres, ya que sus carreras dejaban muchos deberes. Así que a su hermana se le ocurrió la idea de trabajar en algo rápido por las noches.

Aprovechan su talento natural para cantar en lugares con suerte de ser contratados.

Los músicos en restaurantes lujosos ganaban realmente bien, eso sí, tendrían que sacrificar pasar con las cuerdas vocales rotas el resto de la semana, pero, por lo menos intentaban ser contratados. Lástima que al ser tan jóvenes, no los tomaban en serio.

Ji Eun se enteró que uno de los restaurantes más populares de su ciudad tenía un pequeño escenario sin músico en él, además de que la mayoría del personal era joven.

Definitivamente no iban a perder la oportunidad de sus vidas junto con su hermano, se acabarían sus noches de desvelo caminando por la ciudad con la garganta destrozada en busca de trabajo.

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"A la cuenta de uno... dos... tres... cuatro... cinco... seis..."

"Entra ya, Jungkook" Espetó su melliza, empujándolo.

Ambos entraron, siendo atendidos por un chico bastante apuesto y de perfil perfecto.

Jungkook lo reconoció de inmediato, Yoo Kihyun.

Era el chico que ahora había hecho su audición para el club de música, el que había dejado a todos sus compañeros sin habla, y por supuesto que sabía, es el mejor amigo de Kim Taehyung.