Monsta X~One Shots~

1. Kihyun 🐹

Your smile = I nervous

     —¡Listo! —, di un respingo ante el repentino grito de mi mejor amiga-. Abre tus ojos ahora y agradéceme con helado después.

     Hice caso a sus palabras y abrí los ojos lentamente aún temiendo por el resultado, Dior llevaba más de una hora maquillando mi rostro y me asustaba un poco el ver cómo quedó, le di completa libertad de aplicar lo que quisiera y a medio camino me arrepentí, pero ella no me permitió echarme para atrás.

     —Oh cielos —murmuré, completamente sorprendida al observar mi reflejo.

     —Lo sé, lo sé, soy la mejor.

     No sé que hizo con mi cara, pero me encanta.

     Me di la vuelta para poder agradecerle, pero su gesto me extrañó.

     —Dior, ¿estás bien? —pregunté con una sonrisa cuando noté que empezó a abanicarse de manera exagerada con sus manos, y sus pestañas se movían con rapidez.

     —Es que tu belleza es tanta que me daña los ojos, ¡estás preciosa! —dijo mientras fingía secarse las inexistentes lágrimas. Luego se paró de un salto de la cama y se dirigió a la puerta —, ¡Hyungja, ven a ver mi creación! ¡HYUNGJA! ¡HYUNGJAAAAA! —salió de la habitación gritando el nombre de su hermana.

     Volteé otra vez en dirección al espejo, pero después de unos segundos mi sonrisa fue desapareciendo hasta solo dejar una leve mueca.

     Me siento un poco tonta.

     No acostumbro a maquillarme seguido, solo para ocasiones formales, y el simple hecho de que ahora lo esté haciendo especificamente por un chico, me hace replantearme mi estabilidad psicológica.

     —Wow —, escuché la voz de Hyungja a mi espalda —, hiciste un buen trabajo Dior, ojalá así fueras de aplicada en la escuela —y sin decir otra cosa se fue.

     Hyungja es una mujer seria y de pocas palabras, así que ese corto e inexpresivo "wow" es suficiente para confirmar lo que dijo mi mejor amiga.

     —¡Necesito sacarte una foto! Debemos inmortalizar mi obra de arte—, tomó su celular y me apuntó con la cámara, pero al verme a través de ella dejó de hacerlo—. ¿Qué sucede? ¿No te gusta? —preguntó con tristeza al darse cuenta de mi expresión decaída.

     —Si... es solo que, no lo sé... ¿no crees que es algo... mmh?

     —¿Algo mmh? —asentí sin entender realmente lo que quise decir—. Oye, esto es solo para tratar de llamar su atención sin que él piense que quieres realmente llamar su atención, es una sutil estrategia femenina. Los chicos siempre piensan que tienen el control, pero nunca es así.

     —¿No crees que pueda llamar su atención simplemente como soy siempre? —pregunté con decepción ignorando lo último que dijo.

     —No dije eso.

     —Pero lo pensaste.

     —No, no es cierto —antes de que pudiera contradecirla su teléfono comenzó a sonar—. ¡Es Sangah! —gritó para luego contestar—, hola bebé, ¿él ya está allí? pero su turno comienza en una hora... si, si, si, llegaremos en unos diez minutos guárdanos una mesa —colgó rápidamente para mirarme a los ojos. —Tu momento ha llegado, es hora.

     —Estoy muy nerviosa.

     —Tu tranquila, ¿que podría salir mal?

(...)