Yo jamás había hablado con Kyle antes, él era más bien amigo de Alexa, pero ella había insistido en invitarlo, así que aquí estábamos, en el avión camino a Las Vegas.
La semana había pasado rápido. Ambas nos habíamos graduado y mis padres estuvieron allí por casi dos horas. Nos habían dado los gorros, diplomas, dijimos unas palabras y ahora ya estábamos a menos de una hora de llegar y disfrutar.
La azafata pasó por nuestro asiento por centésima vez en este viaje para preguntar si queríamos algo. Alexa pidió un jugo y yo me animé a seguirla. Así que pedimos dos jugos naturales de durazno.
—Queda la nada para poder llegar —me sonrió mientras jugaba con su cabello.
Alexa sabía también la parte de Luke, cuando yo estaba con Justin, pero ninguna pensó jamás que estábamos hablando del mismo Luke. Todo había sido una mera coincidencia, así que cuando ella se enteró, decidió darse por vencida con él y aunque yo le insistía en que no me importaba y no estaba interesada en lo absoluto, ella respondía con un “conozco a chicos más guapos, de todas maneras”.
En su momento, Luke, había sido un gran amigo, pero necesitaba olvidar todo lo relacionado a mi antigua vida, desde él hasta mis...
La voz de Alexa interrumpió mis pensamientos.
—¿_____? ¿Estás ahí?
—Sí, si ¿qué pasa?
—Hemos llegado —sonreí inconscientemente, esta sería una aventura.
Después de todo, lo que pasa en Las Vegas, se queda en Las Vegas. O eso decían.
Casi dos horas después ya estaba en mi habitación del hotel, todos nos habíamos registrado y aquí eran a penas las once de la mañana, así que, nuestro plan era: ponernos cómodos y salir.
La diferencia de clima acá era muy notoria, así que dejé el abrigo con el que me venía en la cama y me cambié por un short de jeans, un top blanco y sandalias.
Habíamos hecho los planes días antes de venirnos, en una de nuestras reuniones en el departamento de Alexa. Básicamente, lo que hacíamos era: comer, beber y reír. Así que nuestro primer plan, según las reuniones, era ir a una cafetería que según Kyle, tenía el mejor jugo de naranja, café y brownie de todo el estado.
Salí de mi habitación cuando sentí las voces de los chicos afuera. Alexa me tomó del brazo, y todos salimos del hotel.
—La Van debería estar por llegar —justo en ese momento se vio llegar la Van completamente negra que nos llevaría hacia la cafetería.
Nos subimos en ella, Kyle dio las indicaciones al chofer —Liam—, quién también estaba de acuerdo que era el mejor lugar para tomar desayuno de todo el mundo y comenzó a conducir hacia allá, mientras conversábamos de los planes.
—Entonces, ¿qué haremos luego del desayuno? —pregunté, se me había olvidado completamente.
—Creo que era, ir al centro comercial a comprar todo lo lindo que veamos —así era Alexa, compradora compulsiva.
—Perfecto —dijo Kyle.
