Capítulo 4.

904 73 24
                                    

La noche había ido así: Según escuché y me dijeron, Miranda estaba ahí por un trabajo, así que tenía dos opciones, 1.- se iba ella o 2.- me iba yo. Pero Cam y Alexa –que no conocía a Miranda en persona hasta ese momento, pero sabía la historia–, estaban decididos a no dejarme salir ni mucho menos a dejar que entrara en algún estado de shock, depresión o tristeza. Así que ellos, amablemente se ofrecieron a hablar con el grupo, inventar una excusa e ir a otro lugar mucho más alejado, donde sabíamos que Miranda no iba a llegar.

Estuvimos ahí por un par de horas. Como dijimos, compramos unas cosas para comer y beber mientras jugábamos y luego todos volvimos al hotel, porque había sido nuestro primer día allí y estábamos agotados.

Cuando llegué a mi habitación del hotel no hice más que tirarme a mi cama para descansar.

Había sido una noche agotadora, ver a tu ex mejor amiga luego de años no puede traer nada bueno. Nada que me recuerde mi pasado puede traer algo bueno.

Me acomodé nuevamente, esta vez sí dispuesta a dormir y caí rendida en un profundo sueño.

{...}

Kyle fue el primero que apareció en mi puerta para desearme un feliz cumpleaños, llegó con un ramo de flores, un globo que decía "Feliz cumpleaños, bebé" y una bandeja con cupcakes de distintos colores. Luego de agradecerle, entramos a mi habitación y nos dispusimos a comer los pastelitos, pero sonó la puerta, así que la fui a abrir.

Era Cam, que al ver a Kyle le regalo unos insultos y un "Yo quería saludar a mi sis primero, chico", haciéndonos reír.

Cam me dio una tarjeta de regalo con dinero, para canjear en la tienda de Cole, su novio, o lo que fuera. Le agradecí por el detalle.

Alexa me dio una cadena con la inicial de mi nombre, era preciosa.

—Tengo una sorpresa para ti, en serio va a encantarte —Kyle sonrió. Parecía bastante emocionado, lo que me emocionaba también.

Luego de que pedimos café a la habitación, lo bebimos y terminamos de comernos todos los cupcakes que Kyle me había dado, todos se fueron a la habitación. Iba a ser un día largo.

A penas ellos dejaron mi habitación, el teléfono de la habitación comenzó a sonar.

—¿Hola?

—Señorita Evans, la señora Victoria Evans quiere comunicarse con usted —una voz robótica sonó desde el otro lado, supuse que era la recepcionista o algo parecido.

—Oh de acuerdo, envía la llamada.

—Bien, en unos segundos.

—Gracias —respondí. Sonó una música de fondo y a los segundos la voz de mí madre.

—¿____? —hacía un tiempo que no hablaba con ella, pero su voz o su tono jamás cambiaban.

—Hola mamá.

—¿Cómo estás cariño? Por cierto, feliz cumpleaños —solté una carcajada bastante inoportuna para ella. Sus saludos de cumpleaños siempre habían sido de esa forma, no sé porque me esperaba algo diferente este año.

—Gracias mamá, y estoy bastante bien. ¿Qué tal ustedes?

—Bien, dentro de unas horas nos iremos a Francia —suspiró—. Lo siento mucho, pero no podremos ir a verte. Quizás pasemos cuando lleguemos de vuelta, pero hoy estamos ocupadísimos.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 21, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

All that matters.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora