Bienvenido al barrio

98 7 0
                                    

No sabia que hacer, no tenía opciones y no quería mendigar. Buscar un empleo? Imposible, necesitaría un contrato, y para tener un contrato necesito una identificación y para una identificación necesitaría ser humano. Piensa 15, piensa!

-Robar- dije en voz baja mientras meditaba.

No, no necesitaba más problemas, es más, estoy seguro que ya se habrían dado cuenta que logré escapar, estarán buscándome en este mismo momento en el que estoy parado en medio de un parque como idiota hablando sólo. Escuché el sonido de un móvil recibiendo una llamada, algo extraño porque estaba solo y no había nadie a mi alrededor, empecé a oírlo con más detenimiento y logré captar de dónde venía el sonido, escuché una voz respondiendo.
"Hola?"
"Hola, buenas tardes señora, es usted Elena Rodrigues?"
"Sí, soy yo, quien es usted?"
"Elena, soy Mauricio, nos conocimos hace dos noches, en el bar, recuerdas?"
Fue lo único que pude entender, a partir de ahí, un sonido estático, como el de un televisor sin señal. Supuse que era algo normal por ser un experimento, pero era algo que nunca antes había tenido la oportunidad de hacer; sentir las señales de radio. Veía como pasaban de una antena a otra, algo parecido a las ondas del mar llegando a la playa, cosa curiosa de saber puesto que nunca había ido a una playa, supongo que introdujeron en mí algo de información básica del mundo, excepto el pequeño detalle de las mujeres. Ya era de noche y continuaba caminando hacia ninguna parte, decidí levantar la mirada para encontrarme cara a cara con un cielo oscuro y lleno de estrellas, como dicen los humanos, yo más bien veía soles, soles enormes y plagados de explosiones de nitrógeno y helio, enviando ondas a miles de años luz hacia la tierra, calculo que más o menos en 3000 a 4500 años dichas ondas alcanzarán la tierra calcinándola por completo, la luz que ahora ven es la que ha viajado desde hace mucho tiempo, y la mayoría de "estrellas" que ven ya no existen, giré mi visión unos 30 grados para prestar atención a unos cables negros que colgaban de varios postes de concreto, observando más detenidamente pude captar la electricidad que fluía en ellos. Como siempre he sido un loco, intenté probar suerte con uno de los convertidores en los postes, levanté mi mano apuntando hacia él, sentía cómo la energía fluía a través, al tensar un poco mi mano me di cuenta de que aceleraba en convertidor, sabia que si lo hacía un poco mas fuerte explotaría, también estaba consciente de que al hacerlo dejaría sin luz a la zona y con esto, si estaban tras mi huella, podría esconderme en la oscuridad y tener algo más de tiempo para pensar que hacer, así que lo hice, presencié un espectacular show de destellos eléctricos mientras que la caja salía disparada hacia la ventana de un edificio, obviamente la atravesó, rompiendo el cristal y alertando a los residentes, escuche una maldición provenir de la ventana, entonces lo supe, era hora de correr, otra vez. Corrí hasta llegar a un callejón oscuro.

-Eh, chico!- gritó un vagabundo al lado de un barril encendido con fuego, algo así como una fogata- ven aquí, se te ve cansado y con frío- he dicho ya que era muy amable y decente para ser un vagabundo?

Caminé algo apenado hacia él, incliné mi cabeza en señal de saludo y me senté al lado del barril, olía mal allí, pero no tenía otro lugar en donde quedarme.

-Soy Vince, y tu?

-Kince, gracias por invitarme.

-Vamos, se que no es el mejor lugar pero es lo que hay- dijo algo molesto- así que, Kince eh? Tranquilo no diré a nadie que eres una rata de laboratorio- esas palabras me petrificaron, no sabía que decir, traté de disimularlo pero creo que fue inútil- tranquilo hombre, es una broma, no hay por que enfadarse.

-Jaja, si una broma, que gracioso- dije todavía nervioso.

-Deberías dormir, toma una de las cajas de cartón del suelo y trata de mantenerte cerca del fuego, puede que se apague pronto.

-Bien, gracias nuevamente, Vince.

-No hay de que, chico, mañana hablaremos de esa ropa tuya tan extraña.

Sujeto 15-24Donde viven las historias. Descúbrelo ahora