Perdido, otra vez

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Vaya... Me cuesta procesarlo... Mujeres, gente vestida como payaso, la calle, mi primer desmayo, era lo que me dijeron que había tenido. Desperté nuevamente en la camilla del hospital, llevaba ya 1 día ahí y no me gustaba en lo absoluto, yo me sentía bien, dentro de lo que he sentido puesto que no sabia que era sentirme mal, pero los médicos insistían que debía quedarme.
Después de unos días más entró una enfermera, por cierto, ya me había acostumbrado a la idea de que eran "ellas", era la misma chica de cuando desperté por primera vez aquí, que cómo era ella? Bueno... Nariz aguileña, ojos grandes y cafés, cabello rojo, respecto a su frente, digamos que el cabello crecía más atrás de lo acostumbrado, bu... Bueno, seamos realistas, era bien frentona. Entró con un portapapeles con mi expediente, supongo, detrás de ella entro el medico, su nombre no me lo dijo, tampoco estaba interesado en saberlo.

-Lana, dame el expediente de este joven.

Joven? Si tan solo supiera que estuve 80 años en esa fábrica. Lana entrego el portapapeles algo temerosa, y con razón, quien sabe que habrían descubierto acerca de mi, de repente cientos de preguntas atestaban mi mente. Y si descubrían que no era humano? Si trataban de sedarme?
Pero no, no obtuve ninguna respuesta alarmante de parte del medico, no se si era un ignorante o simplemente no había nada que delatara mi condición en ese expediente.

-Puedo irme ya?- pregunté apresuradamente

-Si, Kince, te daremos de alta y podrás salir de acá.

Ya había comentado que la enfermera había tomado mi nombre como uno extraño en vez de un numero? Bueno, lo hizo, lo supe porque anteriormente había pedido ver el expediente, así que decidí presentarme como Kince, era preferible eso a levantar sospechas por llamarme por un numero. No había caminado en 5 días, vaya si sentí el peso en mis piernas al intentar pararme, me dieron unas muletas, mi overol y salí de allí lo más rápido que pude.

Ahora si que estaba perdido, al menos en el hospital tenía dónde descansar y comer, por cierto, es la primera vez que probé algo que no fuese esa plasta blanca sin sabor. Las personas se me quedaban mirando un tanto extrañados, normal que lo hicieran, ves a un tipo saliendo de un hospital con un overol fosforescente y unas muletas, qué piensas? Necesitaba dinero si quería cambiar mi indumentaria y comer y... Mierda, la vida es tan dura...

Sujeto 15-24Donde viven las historias. Descúbrelo ahora