Tiempo

80 4 0
                                    


Viernes mayo 9, 2004

      Tomé el papel y lo rompí en pedazos pequeños, luego me monté en el auto y conducí hacia mi apartamento .  Ver esa nota ahí despues de 3 años fue una confirmación de que nunca estaría en paz, fue un recordatorio para que nunca olvidara lo que pasó ese 15 de abril del 2001, fue algo así como mi alarma personal.

       Como mi apartamento quedaba un poco lejos de mi trabajo llegué a casa a las 9:32 pm.  Fuí a la cocina y puse a calentar un trozo de pizza que había quedado ayer. Después que dejé la pizza calentando llamé a Jade, al segundo timbrazo contestó.

- Hola cielo, como estás? - saludó Jade.

- Hola bubu, estoy bien y tú? - contesté con falsa alegría.

- Vamos, se que no estás bien Kate, que pasa? - preguntó preocupada Jade.

- Es solo que te extraño mucho, los extraño mucho a ti y a Lucas - era cierto, los extrañaba mucho, a veces recordaba nuestros mejores días juntos y me daba ganas de llamarlos, hacer un viaje, vivir juntos, verlos todos los días pero ellos tenían su vida y yo tenía la mia, no podía hacerles eso.

- Oh cielo, yo también te extraño mucho, espero que tengas tu boleto, quiero verte pronto - Jade sonaba triste.

- No lo he comprado aún, pero te prometo que la semana que viene lo compraré - faltaban 2 semanas para mi graduación y las vacaciones de verano, en conclusión faltaban 2 semanas para viajar a Londres y ver a mi mejor amiga después de 4 años. Jade se había ido a vivir a Londres un año antes de terminar la high school a causa de que sus padres se estaban divorciando y su papá había ganado la custodia. Cuando nos enteramos que iba a vivir allí nos emocionamos mucho, era nuestro sueño, se suponía que viajaríamos juntas pero ella tuvo más suerte que yo y viajó primero.

- Más vale señorita - bromeó - lamento tanto no poder ir a tu graduación,  sabes que esta universidad de mierda no me deja salir en exámenes finales.

- No te preocupes bubu, sabes que no tengo problemas con eso - me dirigí al horno, coloqué la pizza en un plato y comenzé a comerla.

- Vamos sapa, sueltalo - Jade me conocía bien.

- Hoy recibí una nota - suspiré - era de "Él" y preguntaba como estaba mi familia.

- Ese hijo de - respiró fuerte - viste algo más, estás bien? Ten cuidado Katherine por favor - Jade estaba preocupada, no quería eso, no quería que se preocupara tanto por mi.

- Tranquila bubu, no me hará nada y si lo intenta le daré la cara. - llevé el plato al fregadero y me encaminé hacia mi habitación.

- ¡Katherine! - gritó Jade - por favor prométeme que te cuidarás - me quedé en silencio - ¡Prometelo!

- Lo prometo Jadeanne - no seguiría discutiendo con ella.

- Gracias Kate, me haces sentir mejor, ahora tengo que cortar, son las 3 am y necesito dormir al menos 3 horas antes de volver a la rutina.

- Gracias por escucharme bubu - de verdad amaba a esa chica, si no fuera por ella no se que sería de mi - Te quiero mucho.

- Yo también te quiero sapa, y te estaré esperando, besos - y sin decir nada más, cortó.

      Me senté en mi cama y dejé el celular en la mesita. Noches como esta eran por las cuales no me gustaba estár sola, me sentía desprotejida, vulnerable.  A veces pensaba en conocer a alguien,  en tratar de cambiar, pero no podía aferrarme a nadie, sabía lo que era aferrarse a algo y que te lo arrancaran de un momento a otro, eso dolía y dolía demasiado.  Cuando pierdes a una persona importante en tu vida las cosas cambian, tú cambias, esa perdida te marca de una manera tan enorme que no sabes como actuar, que pensar o como sentirte. Todo lo que sientes es dolor, furia, odio y más dolor.  Yo no podría soportar otra perdida, es sentir que te arrancan un pedazo de piel, no estaba lista, mi piel estaba muy maltratada.

Miercoles mayo 21, 2004.

     Estaba usando un vestido straple pegado al cuerpo color purpura. Siempre me había gustado lucir bien, por eso mantenía un buen cuerpo, de vez en cuando iba al gimnasio y siempre comía saludable. Tenía unos tacones color blanco a juego con mis accesorios y solo un poco de maquillaje con una sombra clara que hacía resaltar mis ojos verdes.  Mi pelo estaba suelto y mis rizos caían en cascada al lado de mis mejillas.  Era uno de esos pocos días en los que me veía al espejo y me gustaba.

   Cuando llegué al teatro todos estaban ahí con su familia y sus amigos, yo estaba sola. Aunque quizás estaba sola físicamente, sabía que mi mamá y mis hermanos me acompañaban desde el cielo.  Me encaminé hacia mi asiento y una que otra vez me detuve a saludar a algunos de mis compañeros con los que alguna vez hablé en clases.  Estaba a punto de llegar a mi asiento cuando alguien gritó mi nombre, di media vuelta y ahí estaba Scarlette en un hermoso traje azul celeste y con su cabellera rubia recogida en una dona alta, había que admitirlo, se veía preciosa.

- Kate, Kate, Katlian - cantó - que hermosa te ves, ese color te pinta perfecto y esos ojos, Dios, te ves fabulosa - estuvo a punto de contagiarme su alegría.

- Tú también te ves muy bien - la alagué.

- Oh vamos, bien, solo bien - dió una vuelta modelandome el vestido - vamos, dilo sin miedo.

- Oh Scar, estás di-vi-na - dramatizé - si no fuera porque me gustan los hombres, estaría detrás de ti tratando de que me dieras tu número - bromee.

- Si esto no puede hacerte cambiar, lamento decirte que nada más lo hará - y por primera vez después de mucho tiempo solté una carcajada sincera junto a Scar.

1 hora y 47 minutos despues estabamos todos sentados en fila esperando ser llamados para recibir nuestras premiaciones.

- Y entre los alumnos más destacados de esta universidad, queremos darle una premiación especial - El señor Kubtteph, el director, trataba de mirarnos a todos, sin embargo posó sus ojos en mi 2 segundos más de lo que miró al resto, ahí supe que era para mi - a la señorita Katherine Andreí, por haber obtenido la mejor puntuación entre todos los graduados, un fuerte aplauso por favor.

Todos aplaudían, me hubiese gustado que mi madre y mis hermanos estuvieran aquí en este momento tan especial, pero no estaban, no estarían nunca más.  El señor Kubtteph me dió un abrazo y me entregó una gran copa con mi nombre y una dedicatoria.

** Sabemos por  lo  que  has  pasado y aunque  no  ha  sido  nada  fácil  el  camino  has  logrado  sostenerte  en  pie  y  no  dejarte  derrumbar.  Esperamos  que  sigas  siendo  una  mujer  luchadora, que  no  se  detiene  y que  apesar  de  los  obstaculos  sigas  luchando  por  lo  que  quieres,  no  importa  el  pasado, sino  hacia  donde  vamos.  No  te  preocupes  por   "Él",  solo  puede  hacerte daño  si  tu  se  lo  permites. **

  No te preocupes por "Él", esa frase retumbaba en mi cabeza, miré al señor Kubtteph esperando una explicación que nunca llegó.  Estaba confundida, ¿Qué tanto sabía este señor sobre mi pasado?, ¿Qué tanto sabía de mi?

Nobody Knows Donde viven las historias. Descúbrelo ahora