❝ Olivia es dulce y delicada como la porcelana, y Stiles no puede evitar querer cuidarla de hasta el más pequeño rasguño ❞
【 Stiles Stilinski x fem oc! 】
【 Terminada y en proceso de edición 】
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-¡Debo advertirles! ¡A mis amigos- grita Lydia.
Los guardias de Eichen la sujetaban para que no escapara.
-¿Que cosa, Lydia?-
-Todos van a morir, mis amigos. Todos van a morir- lloraba.
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Cómo siempre, Stiles y Olivia estaban en la habitación del muchacho, ambos acostados y dándose caricias. Hacían eso casa vez más seguido desde lo de Kate.
-¿Que me miras tanto?- pregunta la chica.
Stiles solo le sonríe y pone un mechón detrás de su cabello.
-Nada, solo que eres hermosa- dice él.
Lo había hecho de una forma tan natural y despreocupada que por un momento, Olivia se sintió un poco cohibida por la mirada fija que Stiles tenia en ella.
-No digas esas cosas, todavía no me acostumbro- dijo dando vuelta su cabeza.
Stiles soltó una carcajada que hizo que su pecho, y la cabeza de ella por consecuente, vibraran.
-Eres hermosa, y adorable. A veces me cuesta creer que estoy contigo- confiesa él.
Olivia vuelve a mirarlo con una sonrisa, y deja un corto beso en sus labios. Ambos ahora eran más abiertos el uno con el otro. Habían llegado a ese punto en el que la relación era indestructible. Y sabían que así era.
-¿Ahora porque tú me miras tanto?- pregunta Stiles.
-Es que eres hermoso, y... Tan perfecto. Estoy tan feliz de poder estar junto a tí- le dijo Olivia.
A el chico no se le pudo hacer más grande la sonrisa. Subió a Olivia a su regazo y se dieron un beso lleno de amor, como todos los que se daban.
-Te amo, mucho- dijo Stiles al separarse.
-Yo también te amo, tanto que me asusta- contesta Olivia.
Estos eran los momentos en dónde ambos podían estar en paz. Sin preocuparse por los problemas sobre naturales, la universidad, el terminar bien su último año. Era ahí, en el cuarto de Stiles, o en el de Olivia, dónde creaban los mejores recuerdos de su relación.
-¿Te quedas a dormir?- pregunta Stiles.
Olivia rodó los ojos ante esa pregunta, y más porque sabía cómo era Stiles.
-Si dijera que no, tu no me dejarías ni siquiera salir de la habitación- dijo con obviedad.
Al no escuchar una respuesta, se giró a ver a su novio. Él la miraba con una sonrisa torcida, que los dos sabían que significaba.
