❝ Olivia es dulce y delicada como la porcelana, y Stiles no puede evitar querer cuidarla de hasta el más pequeño rasguño ❞
【 Stiles Stilinski x fem oc! 】
【 Terminada y en proceso de edición 】
【 Portada anterior x Byereallife_so 】
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
.｡ﾟ+..｡ - ﾟ+..｡*ﾟ+ Narra Olivia:
No entendía nada cuando desperté, estaba tirada en un sótano, o eso creía, traté de ver alguna salida pero no había. Pero si vi a Boyd y a Érica atados por las manos, ambos colgando.
-Voy a tratar de sacarlos, esperen- me levante y trate de desatarlos.
Cuando lo intente me dio una pequeña corriente y me separé rápido.
-Intentaba advertirte, esta electrificada- dijo Gerard desde la entrada.
Retrocedí asustada, hasta golpear con una pared. Él bajaba por las escaleras.
-¿Que quiere? Yo no soy una mujer lobo, y no hice nada ¿Que les esta haciendo a Érica y Boyd?- pregunté.
-Por ahora, los mantengo cómodos. No tiene sentido torturarlos. No delatarán a Derek. El instinto a proteger a su alfa es muy fuerte- dijo el cazador.
-¿Y que va a hacerme? Scott y Stiles van a encontrarme. Ellos van a venir- dije yo.
-Pinta muy bien la imagen srta McCall. ¿Como le suena a Scott encontrando a su pequeña hermanita ensangrentada y muy golpeada?- dijo acercándose.
Me hice bolita en el piso. Tenía miedo, y ahí no estaban Stiles o Scott para protegerme, estaba sola.
-Se supone que no le hacen esto a los humanos- dije susurrando.
-Si, bueno, tú eres un daño colateral- dijo.
Y me golpeó, una y otra vez. Cara, piernas, estomago. Había pedido que parara, pero no hizo caso. Para ser tan viejo, tenía mucha fuerza.
.｡ﾟ+..｡ - ﾟ+..｡*ﾟ+
Me habían dejado ir, y estaba caminando hacia mi casa, llorando y como podía.
El cuerpo me dolía y mis piernas se cansaron, me desplomé en el suelo, porque las piernas ya no me respondían.
En eso se escucha un auto paró detrás de mi. Di vuelta mi cabeza y vi al shérif.
-¿Olivia?- preguntó y corrió hacia donde estaba.
-Hola-dije en un susurro.
-¿Estas bien? ¿Quien te hizo esto?- preguntó.
Negué con la cabeza y me largué a llorar, no quería hacerlo, pero me sentía muy mal. El shérif me abrazó y me puso su chaqueta, porque sólo llevaba una pequeña polera.
