Las ganas de romper a llorar cada noche
nunca falta.
Se ha convertido en una rutina
una maldita rutinaCada noche mi mente se frustra,
mis manos tiemblan del frío,
mi mente divaga en tu mirada,
mi piel se esturmece al no sentir tu calor¿Acaso no fui lo suficiente?
O solo estabas acostumbrado al amor
¿Qué, acaso no escuchaste mis consejos?
O solo estabas cansado de tantos reprochesMe preguntó cada noche buscando
después a tu partida, o quizás solo fui un mediador para alimentar tu ego.Cada noche ya no sé cómo sentirme,
mis ojos cansados de llorar
mi mente ofuscado por todos los recuerdos
mis manos frías por tu ausencia
Y con la dura conclusión de que...
Nunca me amaste