La Casita de los Zerg.

Capítulo 42. No me siento mejor.

El lugar para la ceremonia de la boda ya estaba reservado, pero Huan Xiu no sabía mucho sobre invitaciones de boda, por lo que buscó en Internet y descubrió que había muchas plantillas en el sitio web del gobierno que podían seleccionarse directamente y enviarse en el mismo. día. Entonces eligió un estilo simple.

La boda no necesitaba ser grandiosa, solo unos pocos amigos y conocidos serían suficientes, y Huan Xiu no era realmente del tipo interpersonal. Preparó algunas copias para sus colegas y superiores en el instituto de investigación y puso el resto en un cajón para dárselo a Xi Ran.

En cuanto a sus primos, Huan Xiu no planeaba invitar a nadie. Después de medio año, sus primos nunca más lo molestaron, lo que lo dejó muy satisfecho. Era cierto, incluso si querías causar problemas, tenías que estar al tanto. Ya no tenían ninguna interacción, por lo que no podían molestarse en visitarlo.

Para evitar ser interrumpido o culpado por ser descortés, Huan Xiu le escribió un correo electrónico a su primo con anticipación, informándole sobre su boda. El primo de Huan Xiu se sintió humillado por el hecho de que Xi Ran estaba emparejado con Huan Xiu, e incluso deseó no tener tales parientes en absoluto. Por supuesto, no estaba dispuesto a asistir a la reunión.

Al día siguiente, Huan Xiu llegó a casa y trabajó hasta la noche, y cuando Xiao Ye se fue a la cama, Huan Xiu finalmente tuvo tiempo de acostarse y descansar. Cuando envió una solicitud para la videollamada, el otro lado se conectó casi en un segundo.

"Maestro", Xi Ran parecía haber esperado la llamada de Huan Xiu, la ansiedad se desvaneció de su rostro y mostró un poco de alegría.

"¿Esperándome?"

Xi Ran asintió, "Me preocupaba que estuvieras haciendo otra cosa".

Huan Xiu le contó cómo estaba trabajando en las invitaciones de boda y le dejó decidir cuántas enviar cuando regresara. Mientras decía esto, Xi Ran seguía luciendo un poco distraído, y Huan Xiu extendió la mano y le estrechó la mano frente al comunicador. "¿Tu mente está divagando?"

"Ah, no, escuché eso", respondió Xi Ran de manera uniforme, "Siento que es un poco... poco realista".

Huan Xiu se rio, "El anillo ha estado en tu dedo durante unos días".

Xi Ran miró su dedo, era el anillo que Huan Xiu le había dado, y no pudo evitar mirarlo durante mucho tiempo todos los días durante los últimos días, girándolo en un círculo de 360 grados con admiración. Le daba vergüenza mirarlo frente a sus superiores y los soldados en el campo de entrenamiento, pero siempre se demoraba un poco más antes de apartar la mirada.

Xi Ran pensó un rato antes de decir: "Es como si estuvieras aquí cuando lo llevo puesto".

"¿Lo hace?" Huan Xiu se burló de él en broma: "Entonces, si te tocas, ¿no será lo mismo que si yo te tocara?"

Xi Ran vacilo por un momento y le respondió: "Todavía hay una diferencia entre ellos ..."

"¿Cuál es la diferencia, lo has probado?"

"... no lo he hecho".

Huan Xiu se rió y dijo: "Bueno, no lo sabrás hasta que lo intentes". ....." Xi Ran se movió un poco rígido, y claramente no estaba familiarizado con tocarse a sí mismo, y simplemente puso su mano sobre su pecho.

"¿Qué puedes sentir a través de tu ropa?" Huan Xiu se acercó más y bajó la voz. "¿No eres el único en la habitación? Quítate la ropa."

Xi Ran pudo ver en los ojos de Huan Xiu que estaba un poco excitado, un hecho que sabía muy bien después de vivir con él durante algún tiempo. Obedientemente se quitó la camisa, exponiendo su pecho desnudo, se reclinó contra la cabecera de la cama y miró incómodo al comunicador, "¿Y....? El Maestro ve esto todos los días cuando estoy en casa, así que no debería haber sorpresas ".