Un Spartan Nunca Muere, Solo Desaparece En Combate.

¡ESTOY LISTO ¿Y TU?!

Sin casco y en el suelo, con un zealot apuntó de darle una estocada directo al corazón, noble 6 , agotado pero con sus compañeros rondando sus pensamientos, giró hacía su derecha evitando así el ataque del zealot, tomó su cuchillo del antebrazo y lo clavo en el cuello del elite, empujando su cuerpo sin vida hacia la izquierda, tomando su espada de energía y con el siguiente zealot en la mira espero el ataque de su enemigo quien no tardo en hacerlo, pues la muerte de ese Spartan era lo único que tenía en mente, pero el no se daría por vencido, aun de rodillas y con sus fuerzas agotándose, el Spartan decidió usar el cadáver del zealot que yacía en el pido como escudo, empujando así el brazo de su atacante aprovechando esta oportunidad para clavar su espada en el pecho del elite juntando así dos cadáveres enemigos, pero sabía que esto no había acabado, aun había otro zealot observando.

-Zealot- Yo honrare a los profetas con tu muerte Spartan, pero no como lo intentaron mis compañeros, así que vamos toma tu arma y pelea, pelea con honor y honra a tus dioses.

Noble 6 herido pero no derrotado se puso de pie, tomó una espada de energía y se preparó para su combate, no sin antes preguntar.

-Noble 6- ¿por que?, ¿por que no matarme cuando estaba desarmado?

-Zealot- por que, de una u otra forma tu ya estas muerto Spartan.

Con estas palabras el Zealot se abalanzó hacía el Spartan listo para dar una estocada justo en el pecho confiado pues, a pesar de conocer las capacidades de los Spartans, su enemigo estába herido y agotado, esa confianza fue lo que acabó con el elite, pues noble 6 aun contaba con sus reflejos y agilidad para evitar el ataque y aprovechar para apuñarar a su enemigo justo en medio del pecho dando por concluido su combate, tomando el cuerpo de su enemigo antes de que este cayera al suelo, devolviendo el gesto de respeto que este elite mostro al déjalo defenderse, colocando su cadáver en el suelo con delicadeza, sintió como sus piernas le fallaban, obligándolo a ponerse de rodillas mirando el cielo.