Primer conflicto: Silencio

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Capítulo 1

Primer conflicto: Silencio


Morgan no había dado señales de vida después de la llamada donde informaba que no volvería a Japón. Emma había enviado cientos de correos a su hermana y ninguno había recibido respuesta; Louis intentó preguntar a Corvan, pero el albino cambiaba el tema o colgaba el teléfono hasta que eventualmente dejó de atenderlo. Masaomi tampoco había tenido buena suerte, había llenado el buzón de voz de la chica demasiado pronto y ella parecía no querer oír esos mensajes, sus correos eran ignorados y se había quedado sin ideas demasiado pronto.

El mayor de los hermanos había informado de la situación a su padrastro y su madre, con la esperanza de que pudieran ir a buscar a la chica. Lamentablemente Inglaterra era más grande de lo que parecía y la familia Callagham y Parker tenían varias propiedades a lo largo del país, además de que no sabían por dónde empezar la búsqueda, la pareja no podía viajar detrás de la joven. No podían reportarla como desaparecida en la embajada japonesa del país porque teóricamente ella era inglesa, no estaba desaparecida sino incomunicada y parecía ser por su propia voluntad la situación.

Miwa le había pedido al cuarto hijo de la familia que fuera a investigar, y de ser necesario contratará a un investigador privado para que le resultará más fácil dar con la ojigris aislada. Ojalá Hikaru hubiera hecho lo que sus familiares querían y les informará la situación, pero se había limitado a decir "La estoy buscando, no presionen" durante semanas, antes de informarles que la había encontrado, pero habían hecho un pacto y no podía decirles nada, para proceder a desconectar su teléfono y dejar de responder por e-mail.

La frustración era evidente en todos y creía con cada día. Morgan había abandonado Tokio a mediados de Abril y había informado sobre su permanencia en Europa el 3 de Mayo, todos recordaban ese día perfectamente; actualmente estaban en la última semana de julio y ella seguía sin dar señales de vida.

Masaomi se aferraba a los recuerdos con ella y sus intentos de establecer comunicación para no perderse a sí mismo. Era muy complicado que le dieran vacaciones como para ir a buscarla por su cuenta y jamás le darían el tiempo suficiente cómo para poder siquiera intentarlo, aunque era amigo del director del hospital no quería aprovecharse de la situación. Imaginaba que ella estaba estable, debía estarlo pero no lo suficiente para viajar.

En esos momentos Masaomi miraba al techo y se preguntaba sí ella lo evitaba a propósito o los motivos de su silencio. Ese molesto y doloroso silencio. Aún recordaba lo bello que había sido pasar con Morgan el 14 de febrero, como ella le había preparado un pastel volcán de chocolate, o el hermoso 14 de marzo donde él había intentado devolverle el gesto. Extrañaba a la chica de ojos grises y cabello rizado, su perfume que jamás había podido descifrar o sus besos a veces con sabor dulce y a veces con sabor a café, extrañaba escucharla teclear rápidamente al enviar un correo o verla sonreír con dulzura y provocar que se marcará ese hoyuelo en su mejilla derecha, extrañaba sus lunares y sus tatuajes, la forma en la que se preocupaba por él y como buscaba su mano o le acariciaba el pelo... simplemente la extrañaba.

El doctor soltó un suspiro y cerró los ojos, en ese momento su celular sonó. Tomó el aparato y se extrañó al ver un número desconocido con una lada que no había visto antes, contestó no muy seguro de lo que sucedería.

Hi? — optó por saludar en inglés.

—Masaomi— habló una voz al otro lado del teléfono,la voz de ella. Era baja y sonaba rota.

El mayor de los Asahina se preocupó inmediatamente, ni siquiera pudo alegrarse por saber de ella.

— ¿Morgan? ¿Estás bien? ¿Qué te ha dicho el médico? — El doctor hablaba rápidamente y dejando ver su preocupación.

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