00. Emus Maximus

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- Escuchaste del último hijo de los Lee?
¿Minhyuk?

- Seulgi, obviamente lo escuché, ¿crees que vivo en una cueva?

- ohhh, Yeri, siempre tan mala onda, Pero en serio ese Minhyuk me trae fascinada.

- No eres la única.

- Digo un lindo y adorable omega, que además, es un cambiaformas ¿No es la cosa más linda y especial que has escuchado?

- A ver si mueves tu culo de la máquina, pelirroja estúpida.

Ambas jóvenes miraron al muchacho pálido, el flequillo de su pelo casi blanco tapaba parcialmente sus ojos.

Las dos chicas hicieron una mueca de confusión, no habían sentido un mínimo olor de la presencia de aquel chico.

Seulgi rodó los ojos separándose de la máquina expendedora donde estaba apoyada, tomando la mano de Yeri las dos betas se fueron, caminando apresuradamente por el pasillo del edificio de la Universidad.

Hyungwon por fin pudo pedir su gaseosa a la máquina, disfrutando el silencio que había provocado la ausencia de las dos chicas.

En verdad, el había escuchado acerca de ese caso tan especial llamado Lee Minhyuk; siendo un joven omega ya era bastante especial pero no fue conocido hasta hacía unos días, cuando el mundo se enteró que el chico de diecisiete años era un cambiaformas; pasando de ser un muchacho enano a un lobo blanco.

Por muchos años, se creía a los cambiaformas un mito, algo propio de las películas de Hollywood.

Claro que Hyungwon tenía tanto interés en ese tema como lo que le importaba hablarle bien a la estúpida de Seulgi.

Un menos diez por ciento, para ser más exactos.

Con su refresco en la mano regresó a la biblioteca, lugar donde se dedicaba a hacer las únicas dos cosas que hacía en la Universidad: estudiar o dormir. Aunque siempre tenía la costumbre de terminar haciendo la segunda cosa.

Dejando a sus pies la lata medio vacía se acostó en el sillón del fondo de la biblioteca.

La bibliotecaria era una joven Alfa de poco más de dieciocho años que sabía se las siestas de Hyungwon, pero no le molestaba en lo absoluto, por otro lado despertaba al chico sólo cuando un profesor o el mismo director entraba para corroborar el buen uso de la biblioteca; por esa razón el rubio dormía con un libro entre las manos, así que cuando se despertará, sólo fingia leer.

- Buenas tardes - saludó Hyungwon a la castaña tras el largo escritorio.

El podía considerar a la joven Alfa como la persona que más apreciaba de toda la universidad, y la única que elegiría como amiga si tuviera interés en hacer uno.

- Hola Chae

A pesar de que la chica sabía su nombre el rubio nunca se había molestado en fijarse en el nombre de ella, ni en la placa en su pecho, o en la que descansaba sobre el escritorio.

En su cómodo trono, echó la cabeza hacía atrás para cerrar los ojos y dormir.

Rápidamente, la oscuridad de sus párpados se transformó en la de una calle, las luces públicas apagadas, las casas en total oscuridad e incluso los semáforos sin sus colores le dijeron del corte de luz.

Se vio caminando por las calles, rumbo hacia su casa, cuando una sensación muy fuerte lo inundó.

Tenía que encontrar algo urgente

Delta (Hyunghyuk) Omegaverse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora