Parte tres

1.1K 109 138
                                    

(Advertencia: Lime).

Era increíble lo mucho que podía pasar en un año.

Enero.

Fue el cumpleaños de Senku y Kohaku le regaló una reservación para un restaurante que le gustaba muchísimo con la intención de que llevara a su hermanita Suika, pero acabaron yendo los dos en una especie de cita extraña.

Aunque Kohaku se negaba a llamar a eso una cita porque ella era la fiel guardaespaldas de Ishigami Senku y según su sagrado código de ética de su sagrada Academia no debía cruzar los límites de una relación más que meramente profesional con su jefe. Por más que en realidad estaba completamente enamorada de él, nunca lo diría.

Además, Senku no estaba interesado en el romance y despedía o transfería a cualquiera que lo molestara con sentimientos románticos.

Esa cita llena de malentendidos y un poco de pánico porque la descubriera (aunque al final logró mantener el secreto) fue solo el comienzo de todo.

Febrero.

Para el mes siguiente, él comenzó a llevarla a todas partes, pero no solo como su guardaespaldas sino que directamente le decía a todos que era su cita, aunque ella nunca había aceptado salir y creía firmemente que todo era solo trabajo.

Cuando le cuestionó por qué hacía eso, él solo dijo que era una estrategia para que ella pasara desapercibida delante de posibles amenazas para él… aunque Kohaku estaba bastante convencida de que no era ningún secreto el que fuera su guardaespaldas. Aún así decidió seguirle la corriente.

Lo peor fue en San Valentín. Senku normalmente nunca iba a fiestas a menos que lo invitara alguien importante, pero ese día la llevó a una pequeña fiesta que organizaron sus amigos de nuevo con la excusa del trabajo, aunque no trabajó nada y a diferencia de las grandes fiestas donde estaban rodeados de extraños y paparazzis, Kohaku se divirtió mucho y olvidó que él era su jefe.

Pero lo recordó rápidamente cuando él la llevó a casa y le sujetó la mano al salir del auto.

-¿Qué hace?- lo miró sospechosamente.

Él frotó su oído con desinterés.

-Hace frío y no tenemos guantes. Por cierto, mañana trabajaré en el laboratorio todo el día así que solo supervisa la seguridad en la mañana y puedes tener el resto del día libre.-

-Como ordené, Ishigami-sensei.- él rodó los ojos. -¿Qué?-

-Nada…-

Marzo.

Fue un mes tranquilo en cuanto a su ritmo de trabajo, pero muy estresante en otras cosas.

-Ishigami-sensei, vine a hablarle de…-

-Senku.-

-Señor, ya le dije que…-

-O me llamas por mi nombre o no pienso escucharte, leona.-

Ella bufó, cruzando los brazos.

-Bien, entonces, Senku. ¡Y no soy una leona!-

Trampa PerfectaWhere stories live. Discover now