Con el pasar de los días, Monica estaba más demacrada y postrada en el hospital día y noche.
Me duele verla así.
Pero era la única opción de intentar salvarla.
El traslado a la escuela nueva se retrasó por completo. No importaba eso, solo mi niña y nada más.
Más de una noche me quede a su lado y la calmaba cuando ella lloraba y se arrepentía de existir.
Sus padres no le hablaban.Cada día escribía algo en una libreta y la escondía debajo de su almohada.
No dejaba que nadie la viera.