El reencuentro.

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El reencuentro.


La entrada del hospital estaba llena de reporteros y policías intentando contener la multitud. Yi Fan sabía que la noticia de un sobreviviente atraería bastante atención pero quizás ha sido un poco inocente al pensar que tardaría más en difundirse, sin embargo, en cuanto Yixing y él llegaron al lugar detrás de la ambulancia que llevaba al omega, con mucha gente, y cada hora aumentaba, pues el movimiento también estaba atrayendo a vecinos.

Los dos policías estaban sentados un uno de los pasillos del lugar, asegurándose de que nadie por casualidad pudiera entrar al hospital y llegaran al omega que en ese momento le vendaban su brazo izquierdo. Los enfermeros del lugar pasaban de un lado a otro, de vez en cuando miraban al lupus que estaba sin su saco – que le había dado a Zitao para cubrirse, ya que él estaba desnudo – y le preguntaban si le gustaría algo para abrigarse ya que hacía frío.

  — Traje algo de comer. — escucharon la voz de Jun Myeon.

El omega llevaba una bolsa que contenía bocadillos que compró en la cafetería del hospital, vestido con su ropa de trabajo. Le dio un beso a su esposo, Yixing, y le entregó la bolsa, alpha Zhang la abrió muy rápidamente tomando uno de los bocadillos.

  — No tengo hambre ahora, Jun. ¡Gracias! — agradeció el Lupus.

  — Debe ser un día muy problemático para ti... — dedujo el omega. — Mi turno terminó, ¿quieres que cuide Jennie?

  — Si no te molesta... — dijo Wu, mirando al otro.

  — ¡No es una molestia! — sonrió débilmente.

  — ¡Gracias! — Yi Fan sonrió débilmente.

Le debía mucho al omega por cuidar siempre de su hija cuando lo necesitaba. La pareja de Zhang era grandes amigos y siempre lo recibieron como si él y su pequeña alfa fueran de la familia.

  — Bueno, me voy ahora. — se despidió de los alfas. — ¡Cuídense! Y Yi Fan, ¡come algo! — ordenó.

Los dos alfas vieron al omega con aroma a vainilla alejarse, perdiéndolo de vista cuando dio la vuelta al pasillo.

Sin embargo, antes de que pudieran regresar al silencio anterior, se sorprendieron al encontrar un alfa cruzando el pasillo desesperado. El hombre se detuvo cuando vio a la policía allí. Los rasgos de Huang mostraban cuánto su mente no parecía entender lo que estaba pasando y parecía alguien que se fue apresuradamente de su casa.

  — ¿Es verdad? — preguntó. — ¿Dónde está? — hizo un movimiento para dar otro paso hacia el final del pasillo, siendo detenido por Zhang.

  — ¡Usted necesita calmarse, señor Huang! — pidió Yixing.

  — ¡Tienes que responderme! — rogó Huang, desesperado por obtener información.

  — Sí, es verdad. — le respondió Yi Fan. — Está ahí, siendo atendido. — señaló al final del pasillo.

  — ¡Quiero verlo! — pidió.

  — Joon... — comenzó Wu.

El sheriff estaba pensando en cómo contener al alfa, pero la frase murió tan pronto un leve olor a lavanda llegó a su nariz, provocando que el lupus se enfrentara al final del pasillo. Cada segundo, el olor se hacía más fuerte, haciendo que su piel se erizara un poco cuando el olor entraba en sus pulmones. Los otros alfas finalmente parecieron olerlo y fijaron sus ojos en el mismo lugar.

Se abrió la puerta de la habitación y salió el médico que atendía al omega. Justo detrás, apareció la figura del omega, caminando lentamente detrás del beta. Vestía ropa proporcionada por el propio hospital, su brazo izquierdo estaba vendado y su cabello mojado y peinado, sugiriendo que se había dado una ducha. Estaba acurrucado con la cabeza gacha, como si no quisiera llamar la atención.

Salvaje [WYF + HZT] TRADUCCIÓN.Onde histórias criam vida. Descubra agora