IV

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ADVERTENCIA: CONTENIDO SEXUAL LIGERO EXPLÍCITO, LEES BAJO TU PROPIA RESPONSABILIDAD.

AÑO 2004
NARRA ________(TN) O'DESH:

   Y así fue. Toda la semana que siguió se presentó puntual a ver a Eddie, llegaba a las ocho en punto de la mañana y entraba con una llave escondida que yo tenia debajo del tapete. Entraba en silencio y contemplaba a Eddie dormir, luego se iba a eso de las nueve de la noche, justo despues de arropar a Eddie.
   El trato que tenía con él era muy atento y Eddie le correspondía con cariño, en cambio el trato entre nosotros era distinto. Yo lo describiría como que nos éramos un tanto indiferentes, e incluso que mi presencia a veces le incomodaba.
   Toda la semana fue lo mismo, con excepción del Sábado. Me desperté más temprano que de costumbre y al sentirme incomoda en la cama me levanté y decidí irme directo a la ducha, me tomé mi tiempo y me relajé demasiado, como si incluso me hubiese olvidado de todo lo que había pasado esta semana; con esa misma tranquilidad tenía la puerta abierta y así mismo salí de la ducha, apenas iba a tomarme el tiempo de buscar la toalla cuando escuché un suspiro contenido.
   Me apresuré a intentar tomar la toalla, aún sabiendo que sus ojos ya habían visto todo lo que hiciese falta, aún asi no fui más rápida que él. Sentí la ráfaga de viento rozar mi cuerpo y luego las manos de Edward acercándome la toalla, ambos apenas respiramos ese momento.

________(TN) : —E-Edward—jadeé.

Edward: —________(tn)... —apenas y respondió.

   Nos miramos a los ojos incómodos, Edward aún tenía las manos puestas sobre la toalla que me cubría el cuerpo a medias pero no se movía; parecía una estatua de perfecto mármol.
   Mordí mi labio bajo un gesto de nerviosismo y Edward hizo un pequeño gesto con su lengua sobre su labio superior, parece que incluso pensaba en mi gesto de otro modo. Al instante leyó mi pensamiento, por lo que me miró antes de sugerir:

Edward: —¿Quieres que te acaricie un poco? —su viz era aterciopelada, con un pequeño dejo seductor.

   El pulso me martillaba los oídos antes de que siquiera pudiera atinar a pensarlo, o siquiera a preguntar que era de su nueva vida en Forks. Edward tampoco me dio tiempo, sus manos envolvieron mis senos y comenzaron a masajearlos.

________(TN): —Mmmh—se me escapó el gemido de inmediato.

Edward: —Vaya, son más suaves de lo que recuerdo—ronroneó en mi oído—. ¿Puedo tocarlos por debajo de la toalla?

   Contuve un jadeo y accedí con torpeda moviendo la cabeza.
   Las manos de Edward se abrieron paso directo a mi piel, tocaba mis senos y jugueteaba moviendo sus dedos en círculos sobre mis pezones haciéndome estremecer.
   Comenzó a besarme con pasión, su lengua rozaba constantemente mis labios y a momentos se encontraba juguetonamente con la mía. Lo dejé hacer y deshacer, estando completamente a su merced. Cuando menos lo noté ya me tenía recostada en la habitación y recorría mi cuerpo con urgencia.
   Nuestras respiraciones entrecortadas resonaban entre las cuatro paredes silenciosas de la recámara, mis manos estaban detrás del cuello de Edward mientras las suyas me exploraban a mi.
   Los dedos de su mano derecha ascendieron por mis muslos, colandose entre ellos, acariciando mi feminidad con suavidad, haciéndome estremecer ante su tacto.
   Pegó sus labios a mi cuello, jadeaba ligeramente, yo estaba perdida por completo, dejándome hacer y entonces Edward se detuvo.

________(tn): —¿Q-qué pasa?respiré agitada—. ¿Por qué te detienes ahora?

Edward: —Eddie esta despertandose—respondió inclinándose sobre mi oido.

La mujer pérdida de Edward Cullen.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora