Capítulo 2

111 11 1
                                    













Chanyeol

La noticia había llegado la noche anterior como un balde de agua fría. Chanyeol se encontraba descansando cómodamente en su cama después de un día de arduo trabajo cuando su madre apareció en la puerta de su habitación. Creyó que era ese solo otro día de esos en su adorada progenitora le gustaba compartir una taza de café y hablar sobre libros justo antes de irse a la cama solo que ella no estaba ahí ni por el café, ni por los libros, estaba ahí por su compromiso.

Cariño mañana será anunciado el compromiso.

Había dicho y joder, en ese momento casi se atraganta con el agua que estaba bebiendo. La situación era tan simple como que su padre se había olvidado de decírselo antes y no preocupaba al respecto porque Chanyeol estaba al tanto de qué sucedería tarde o temprano.

¡Sí madre, pero no mañana!, ¡Nadie mencionó la fecha antes!

Había gritado él en respuesta, pero no había nada que se pudiera hacer, no era cosa de su madre, si no de su padre. Para el señor Park aquel era el día indicado. A la fiesta asistirian sus empleados más sobresalientes, su gabinete de confianza y algunos inversionistas. Por supuesto la familia Kim, la familia de su futura esposa estaría allí, entonces no había motivo alguno para esperar.

Fusionar el grupo Kim y el grupo Park era prioridad y esto era bien sabido. Había estado en los planes de ambas familias fusionar dos de las empresas más exitosas de toda Corea del Sur para construir un imperio absolutamente poderoso. El matrimonio del heredero Park Chanyeol y Kim Irene era preciso para mitigar la competitividad que pudiera surgir entre alguna de las partes. No solo necesitaban fusionar dos empresas, sino dos familias y una boda era la perfecta solución.

Chanyeol conocía por completo la situación, no solo era el heredero de la empresa de su padre sino que además era el CTO, sabía de sobra los motivos de su padre para tomar esta decisión y conoce los beneficios que esto traería para el grupo Park. Él mismo había estado de acuerdo con el trato. No le había importado un matrimonio arreglado cuando su principal objetivo era poner la empresa por la que su padre había trabajado tanto por años, en la cima del mundo. Pero en esta vida todo cambia y la decisión de Chanyeol también. En realidad su convicción de hacer lo correcto para el futuro de la empresa familiar se fue apagando como la llama de una vela. Aun quería lo mejor para el grupo Park pero no a costa de una vida así.

Había conocido a la chica que sería su prometida, no era fea, de hecho era muy guapa; pero después de algunas citas, Chanyeol decidió que definitivamente no quería casarse y atarse de por vida a un persona que no le hacía sentir absolutamente nada.

No era porque Chanyeol fuese un romántico empedernido, era porque simplemente ya no lo consideraba una decisión sabia, no le apetecía, no quería y se acabó. Si no sentía el más mínimo interés por esa persona significaba que nunca serían una verdadera pareja y si solo fingían que lo eran, ambos tendrían una vida de mierda saliendo con otras personas a espaldas del otro. Eso sin contar que seguro sería presionado para tener hijos con esa distante mujer...

Nadie quiere una vida así, joder, no.

Se sentía culpable de haber dado a su padre su aprobación para tal trato, lo suficiente como para saber que si de verdad quería deshacerse del problema, tendría que idear una excusa lo suficientemente buena. No podía simplemente decirle que se había arrepentido, por supuesto que no, eso lo haría parecer una persona de poco carácter y voluble. Por eso pasó la noche en vela pensando qué demonios podía hacer para evitar ese fatídico futuro. Pronto su estado de humor había ido evolucionando de un "Algo brillante se me va a a ocurrir" a un "Morirme sería más fácil" , ahora que faltaba tan poco para la fiesta Chanyeol había sido reemplazado por un individuo estresado con ojeras y que estaba considerando seriamente saltar por la ventana de su habitación.

El contratoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora