Pov Baekhyun.
El primer almuerzo en casa de los Park después de haber sido presentado oficialmente como novio de Chanyeol habría sido un total éxito de no haber sido por Yoora, la odiosa hermana menor de su novio. La adolescente no había parado de hacerle malas caras y groserías desde que puso un pie en aquella casa y hasta el momento en que se fue. Baekhyun no sabía cuál era su problema y tampoco le interesaba averiguarlo. Para él lo más importante había sido poder pasar un rato agradable y dejar una buena impresión frente al señor Park, cosa que había conseguido. A pesar de que había tomado cerca de treinta minutos calmar a Chanyeol, que seguía muy molesto después de la forma en que lo había despertado aquella mañana.
Baekhyun había pedido disculpas por su atrevimiento, había dicho que lamentaba no haber respetado su privacidad pero todo eso no eran más que mentiras. No se arrepentía ni un miserable segundo de haber hecho lo que hizo, aquella visión de Chanyeol vistiendo solo unos pequeños y ajustados boxers no había hecho más que ponerlo tan caliente como un día de verano. Había tenido el mejor fin de semana de su vida en mucho tiempo y estaba realmente emocionado por todo lo que podía venir después. Tenía un trabajo de puta madre.
Sin embargo la vida de chico normal tenía que continuar y después de dedicarse el domingo entero a sus tareas pendientes, el Lunes llegó de nuevo y con él uno de sus exámenes de medio periodo.
Aquel día Baekhyun se levantó más temprano de lo habitual porque tenía planeado llegar temprano a la biblioteca de la escuela y dar un repaso antes de sus clases; no era que realmente lo necesitara, a Baek todas las materias se le daban bien, pero quería garantizar la nota más alta posible. La razón era que sus buenas calificaciones eran el pase a todas las libertades que sus padres le permitían; las quedadas en casa de Kyungsoo, llegar tarde los fines de semana, pasar el día entero en casa de Chanyeol...le gustaba estar con él, le divertía la curiosa situación del otro y saber él era el único que podía ayudarle. Se sentía hasta cierto punto de vital importancia en la vida de Chanyeol, después de todo sin su ayuda estaría jodido.
A punto de salir de casa, su celular vibró con una llamada entrante de su padre. Había olvidado de nuevo unos papeles en casa y su madre ya se había ido a trabajar, así que nadie más que Baekhyun podía llevárselos. Hizo un puchero, no le molestaba hacerle favores a su padre, pero él había madrugado para estudiar y ahora no podría porque su progenitor parecía tener memoria a corto plazo. Resignado se colgó la mochila en el hombro, tomó la enorme pila de papeles sobre el escritorio de la oficina que tenían en casa y salió a llevarle a su padre el encargo.
Al llegar a aquel enorme complejo empresarial recordó el día en que había visitado el lugar exactamente por los mismos motivos y que casualmente se había tropezado con Chanyeol. El chico buscó la oficina de su padre, le entregó los papeles y después de unos tediosos treinta minutos se disponía a irse a la escuela cuando una idea le cruzó por la mente.
¿Y si pasaba a saludar al amargado de su novio?
Sonriente se acercó a la recepción y preguntó por Park Chanyeol. La señorita le dijo que la recepción de entrada sólo daba acceso a las oficinas de los empleados comunes, pero si quería ver al "Señor Park" debía ir al último piso del edificio donde se encontraban los directivos y pedir una cita con la recepcionista personal de éste. Todo el proceso sonaba muy tedioso para Baekhyun, pero las ganas de darle un saludo mañanero al sugar daddy de sus sueños era mayor, así que se metió al primer ascensor que encontró y subió hasta el piso que le indicaron.
Para su sorpresa en la recepción no había nadie, los pasillos estaban desiertos y no había ni un alma. Parecía como si trataran de mantener el caos y el ruido del resto de la empresa muy lejos de este piso, donde los directivos y la gente importante trabajaba. Impaciente, decidió buscar él mismo la oficina de Chanyeol. Camino recorriendo puerta tras puerta sin escuchar ni un ruido por el lugar, justo cuando se iba a dar por vencido pudo escuchar la familiar voz, provenía de alguna de las puertas del pasillo y recorrió una por una posando la oreja siguiendo el sonido hasta encontrarlo.
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El contrato
RomansBaekhyun era un alma libre, un chico feliz que disfruta la vida despreocupada con sus amigos. Obligado por sus padres asiste a una fiesta organizada por el jefe de su padre en la que conoce al hombre mas atractivo que ha visto en toda su vida. Nunc...