Capítulo 3

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Capítulo 3

— ¿Qué? ¿Estuviste bebiendo? —Sehun no comprendía a qué venía la repentina respuesta de su amigo.

— Hablo en serio, he tenido una idea, le diré a mi padre que no puedo casarme con Irene porque soy gay, estoy enamorado y tengo novio ¿comprendes? Necesito un novio ahora mismo. — Chanyeol hablaba demasiado rápido, ya con plan en mente y uno que podría funcionar, estaba en realidad eufórico ante la posible abolición de su esclavitud con la tal Irene.

— ¿Estás loco? ¿De verdad crees que eso funcionará? Dios Chanyeol ¿Quién mierda te dio esa idea, un retrasado mental?

— Algo así, más bien un borracho homosexual, pero incluso su idea ha sido mucho mejor que las tuyas y las de Tao juntas. Por favor di que sí, solo es para reforzar el plan. Diré estoy enamorado de ti y que eres mi novio, de esa forma mi padre me creerá y romperá el trato.

— Ni hablar. Mi padre también se enteraría de eso, y ¿Cómo le voy a explicar de repente que soy gay?, ni siquiera le he confesado que tiro a los dos bandos. Además, si mi padre se entera de la farsa, le dirá al tuyo y estarías acabado. Lo mismo pasará si se lo pides a Tao, así que ni lo pienses.

Puede que Sehun tuviera razón. Necesitaba que alguien más fingiera ser su pareja. Chanyeol descansó su espalda en el muro más cercano y suspiro, perdiendo la esperanza. Era casi imposible encontrar un novio falso en tan poco tiempo.

— Escucha, si vas a seguir con tu plan estúpido, no necesitas un novio por ahora. Quiero decir, sólo dile a tu padre que estás enamorado de alguien y ya. Si insiste en conocerlo, después conseguiremos a alguien.

La mirada de Chanyeol se iluminó. Y compartió una sonrisa complice con su amigo.

—Pues al mal paso, darle prisa...

Minutos después de haberse bebido una copa de vino espumoso y acicalarse un poco, se abrió paso entre los invitados a través de la casa hasta el despacho. Fue recibió no solo por su padre y el señor Kim, sino también por otros directivos y los padres de Tao y Sehun, todos se hallaban bebiendo una copa, pero al notar la presencia del muchacho se quedaron en silencio absoluto. Chanyeol no tuvo más remedio que hacer una reverencia y fingir una sonrisa.

— Hasta que apareces, Chanyeol. He estado buscándote, hijo. — Su padre lucía muy contento y algo achispado gracias al vino que compartía con sus socios. Chanyeol podría apostar a que habían estado hablado del compromiso y la fusión de las empresas, El pobre señor Park ni se imaginaba la bomba que estaba por caer.

— Lo siento padre, salí a tomar el aire.

—Bueno no importa, ya que es estás aquí, al señor Kim y a mi nos gustaría hablar contigo.

—Ah, por supuesto, pero necesito hablar contigo primero.— La cara de Chanyeol reflejaba angustia y su padre no lo pasó desapercibido. En realidad no solo él si no también el señor Kim, así como el resto de los hombres ahi presente. Todos le miraron con confusion, luego miraron al señor Park como esperando a que dijera algo. La situación se había tornado incómoda en un minuto. Pero Chanyeol no esperaba menos.

— Ya veo. Hmm, caballeros me harían el favor de darme unos minutos para hablar con mi hijo?— El resto de los presentes comenzó a abandonar la sala, uno por uno, sin embargo el señor Kim ni siquiera se movió.

—¿Hay algún problema Chanhyun?— Preguntó Kim a su padre, pero en realidad su mirada pesada como una roca estaba sobre Chanyeol.

— Nada de que preocuparse. En seguida nos reuniremos los tres, solo danos un momento por favor.

El contratoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora