CAPITULO 12 (+18)

47 1 0
                                    

Quedaban tres días para el festival, y gracias a Michiru había logrado comprender un sentimiento que jamás había entendido hasta ahora. Amor.

No tenia familia alguna, así que no conocía el amor y afecto de una familia, mientras que por otro lado, cuando buscaba afecto romántico, nunca lo encontraba. Todas las chicas con las que me relacionaba nunca me hacían sentir como cuando estoy cerca de Michiru. Pasar tiempo con ella es algo fabuloso, y disfruto cada segundo con ella. Me encanta tocar sus suave piel, sentir sus suaves labios chocar con los míos, mirar sus hermosos ojos que derrite mi corazón al observar lo linda que es junto con esas orejas y cola de Tanuki. O su increíble cuerpo, con unos pechos de un tamaño adecuado. En otras palabras, ni muy pequeños para decir que es una tabla, o muy grandes para decir que tiene unos melones. Y además encajaban a la perfección con el resto de su cuerpo. En resumen, para mi era la chica perfecta.

La verdad es que jamás entenderé como hay tanta gente que quiere matar a gente como Michiru. Por favor como demonios quieren matar algo tan lindo como ella. Eso es algo que simplemente no soy capaz de entender.

En este momento Michiru y yo nos encontrábamos en una sesión de besos sobre mi sofá. Habíamos estado viendo una película hasta que sin darnos cuenta quedamos en esta situación. Claro esto era algo normal, el problema aquí era que mi cuerpo la deseaba, y no estaba seguro de que hacer.

Por un lado podía ceder a mis instintos, y hacerla mía, pero no quería que se sintiese obligada,  debía querer hacerlo porque ella quisiese, no porque yo quería hacerlo.

O podía ignorar mi erección y dejarlo pasar como las otras veces. La cosa es que ya me había pasado antes y no fui capaz de resistir el impulso.

Me subí encima de ella y le di un apasionado beso donde incluimos lengua. Al separar nuestros labios jadeábamos bastante fuerte y nos encontrábamos realmente excitados.

"Michiru lo siento pero yo...no puedo aguantar más." Le dije presionando mi erección contra su intimidad.

"Entonces no te detengas." Me respondió colocando sus manos sobre mi cabeza y empujándola suavemente para que volviéramos a conectar otro beso.

En ese momento habíamos desconectado totalmente y nos habíamos sumergido en nuestro propio mundo de lujuria.

Ella me quito la camisa y tomo el control, dándome un chupetón en el cuello. Pero para ser sincero me dolió un poco, ya que sin quererlo me clavo sus colmillos.

Entonces decidí tomar la riendas y hacerle lo mismo a ella. Solo que luego seguí masajeándole suavemente sus pechos y chupándole un pezón. Lo que hizo que ella gimiera de placer, cosa que me excito mucho más.

"Maldición Michiru eres realmente deliciosa." A pesar de que estaba haciéndole el amor a un beastman, estaba siendo la mejor sesión de sexo que había tenido en mi vida. Esto seguramente le parecería asqueroso para muchos humanos, pero para mi era como estar en el cielo.

Aunque tuviera la piel cubierta de pelo, unas lindas orejas de tanuki sobre su cabeza, unos pequeños pero afilados colmillos que sobresalían de su boca, unas afiladas garras en sus dedos que desgarraban mi piel y me dejaban marcas o una suave cola de tanuki. A mi me gustaba tal y como era y no la cambiaria por nada de mundo.

"Jeje bien, pero creo que es justo que yo también te pruebe, no crees." Me dijo con lujuria mirando el bulto de mi pantalón. Me lo quitó y me dejo en bóxers.

"Estas segura de querer hacer esto Michiru, no quiero que te sientas obligada a hacer algo que no quieres." Le dije intentando que no hiciese nada que la hiciese sentir incomoda.

"Totalmente Max, es algo que quiero hacer." Y me quito mi bóxer dejando al descubierto mi dura polla de 7 pulgadas. Ella se ruborizo al verlo, y no la culpo. Seguramente era la primera vez que veía la polla de un chico erecta.

ODIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora