Solté repentinamente su mano pues sentí que había tardado una eternidad estrechandola, pero no podía quitar mi mirada de aquel rostro hipnotizante, su mirada me atrapaba, era la primera vez que estaba tan cerca de un chico, eso hizo que mi boca se cerrará automáticamente para que de ella no emanara alguna tontería y arruinar el momento.
-- Miranda y yo venimos porque creemos que necesitas ayuda o ¿Me equivoco? -- Tanya interrumpió el momento-- Si necesitaba ayuda pero alguien lo ha hecho ya -- Damien sonrió -- si no me equivoco creo que he encontrado lo que estaba buscando.
Tanya hizo una mueca coqueta yo solo parapadie unas veces y aclare mi garganta, quería reírme debido a los nervios.
-- ¿Y se puede saber que es lo que buscas?-- pregunto mi amiga muy curiosa.
-- Pues lo que busco al parecer está frente a mi -- contesto muy serio el guapo muchacho y nuevamente dirigió su mirada hacia mi.
-- ¿A Miranda? -- Preguntó Tanya sorprendida y volteo a verme, Damien solo asintió con la cabeza, sentí su mirada clavada en mi y nerviosa volví a bajar un poco la cabeza.
-- ¿A mí? -- pregunté en el mismo tono que mi amiga lo había hecho, tampoco creía que un chico como buscará a alguien como yo, era algo casi imposible, sino es que lo era, ni si quiera los chicos de por aquí me buscan, solté una risotada en mi mente.
-- Si Miranda, te busco a ti, ¿Tu eres Miranda Lávante ¿O me equivoco? ¿Hay otra Miranda estudiando en esta escuela? ---- No, no, si es ella -- se apresuro a contestar Tanya y aún seguía mirándome sorprendida.
-- Si soy yo -- conteste rápido ya me habia cansado -- ¿En qué puedo ayudarte? -- le pregunté mirandolo con incredulidad.
-- Bueno -- aclaró su garganta -- estaba dando un paseo por el bosque llegué a una casa y cerca de ahí encontré esto ... -- abrió la puerta de su lujoso auto y sacó un folder color morado con estampas de estrellas color plateadas el cual reconocí inmediatamente pues si, era mío, dentro de el había unas hojas las cuales eran una tarea de literatura que tengo que entregar mañana y era lógico que el supiera a quien pertenecia pues estaban mis datos escritos en mi trabajo la pregunta era como los había perdido entonces vino a mi mente el incidente con el rottweiler que estaba afuera de mi casa, no me di cuenta que por correr aquel folder se salió de mi mochila pues no la llevaba bien cerrada y al momento de correr el folder cayó.
-- ¡Oh! -- reaccioné -- que amable de tu parte haberlo traído hasta aquí muchas gracias -- más que agradecida seguía muy nerviosa
-- No tienes nada que agradecer, supuse que era algo importante y no te preocupes solo busque a quien pertenecia esto así que no ví nada más -- entrego el folder en mis manos y yo levanté la mirada hacia él para agradecer el gesto
-- Gracias de nuevo --
-- Mmm ¿Te debemos algo? -- Tanya intervino al ver que a mí no se me ocurría otra cosa que decir
-- No me deben nada, me alegro haberte encontrado... -- hizo una pausa y carraspeó, algo en mi estómago hizo un movimiento -- digo estaba buscándote para entregarte tu trabajo.
-- De verdad que eres muy amable por venir hasta aquí -- Tanya cambio su voz, ahora era coqueta, yo aún no sabía que más decir además ya le había agradecido y saque aparte de atractivo, muy atractivo es muy amable.
-- ¿Cómo puedo pagarte el favor? -- mi subconsciente me traicionó al decir esas palabras al igual que mi amiga me sorprendí por haberlo dicho.
Damien sonrió tímidamente pero de una manera coqueta, de verdad que nunca había visto a alguien tan guapo al menos alguien que no fuera de la televisión, creo que parecía una niña boba así que reaccione y aparte mi mirada de él mi amiga al darse cuenta de esto me soltó un codazo, Damien volvió a sonreír al darse cuenta de la situación infantil.
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Desde la oscuridad
HorrorMiranda lleva una vida común, simple, sencilla, pero su vida da un giro total cuando conoce a Damien, después de eso, nada vuelve hacer lo mismo para ella pues es testigo de lo que nunca se imagino presenciar.