Capítulo 3: Martina.

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Me cargo En sus brazos haciendo que me quedara ahorcadas de él para luego besarme con gran intensidad, beso el cual correspondí gustosa.

Yo ahora tenía todo lo que quería y eso era mi libertad, el siguiente paso sería la venganza pero eso era algo que dejaría para después porque como dicen la venganza es un plato que sabe mejor frío.

Me tumbó con delicadeza sobre la cama miro mi cuerpo de pies a cabeza y con gran fuerza rompió mi blusa dejando mis pecho al descubierto, pasó su lengua por los labios y algo me se estremeció, esto iba a ser inolvidable.

-Eres hermosa mujer nunca me cansaría de ti ni de tu cuerpo- volvió a besarme después de decirme tal cursilería, me había vuelto fría si bien sentía demasiado placer ya hace mucho tiempo no esperaba un hombre correcto y mucho menos a un príncipe azul como de los de cuentos de Disney ya que era solo un cuento y en mi mundo no habían finales felices.

Está acostumbrada a que me poseyeran como ellos quisieran, me había vuelto completamente adicta al sexo de cualquier forma posible desde el más delicado hasta dejar marcas en mi cuerpo, me había vuelto una prostituta profesional y todo gracias a mi madre pero en estos momentos era yo la que dominaría este hombre.

Mi separé de él haciendo que me mirará un poco sorprendido ya que antes jamás hubiera hecho eso sin que él ni nadie me lo pidiera, me levanté y terminé de sacar el resto de ropa que quedaba en mi cuerpo así quedando completamente desnuda frente a él.

Me acerqué lentamente a él con una sonrisa de oreja a orejacme sentía completa amaba es la forma en la que me miraba Nick y sobre todo en la que me cogía pero aún más amaba como me consentía y todo lo que podía ganar gracias a todo esto.

Lo senté en la cama y luego me arrodillé a sus pies, volví a tomar su miembro con fuerza lo cual hizo que soltaron gemido placentero, lo coloque en mi boca y lo empecé a lamer, tenía que estar lo suficientemente lubricada para que pudiera entrar completamente en y ese era mi trabajo y era muy buena en ello.

-Me harás correr otra vez si sigues haciendo esto Daiara- advirtió pero lo ignoré por completo y seguí con su miembro dentro de mi boca ya que su rostro mostraba completa satisfacción una vez el término limpie mi boca y ahora me tocaba a mi.

-Nick hazme lo mismo- dije mientras me recostada sobre la cama abriendo mis piernas para el.

Esta vez él que se arrodilló fue el ante , me miró a los ojos un poco antes de hacerlo con una sonrisa lo cual me hizo sonreír a mi, sentí su húmeda lengua en contacto con mi clítoris, sus dedos entraban y salían de mi vagina desenfrenadamente, sus helados dedos se sentían también dentro de mí al igual que se lengua hacían que mi piel se erizara cada vez más, era un maldito dios griego con cualidades sobrenaturales en la cama.

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⏰ Última actualización: Jan 06, 2021 ⏰

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