La luz del sol entraba levemente por la ventana, como hilos de oro a través del espacio entre las cortinas. Akane abrió perezosamente sus ojos y se removió entre las sabanas aun algo confundida. No sabía qué hora era, ni recordaba nada de antes de dormirse, pero tenía claro que era más tarde de lo que habitualmente se levantaba ¿por qué Kougami-san la había dejado dormir tanto? Aunque fuera bueno para que se recuperara su cuerpo, creía que era algo excesivo, aun así, era inútil reclamarle, él era muy estricto con los cuidados hacia Akane. Sonrió al pensar en esto.
Se levantó de la cama lentamente y abrió las cortinas. El cielo estaba completamente despejado, la luz la golpeo de lleno y aun así Akane sentía un poco de frío. Quizás lo sentía así debido a que su cuerpo aún no se había recuperado por completo. Ahora podía caminar por cuenta propia, su resistencia era menor que antes del incidente con Sibyl, pero se estaba poniendo en forma de nuevo. Siete meses capturada le habían pasado la cuenta, se había vuelto más sensible a las temperaturas y sus ojos no soportaban bien las luces muy fuertes, sin embargo, su vista ya comenzaba a acostumbrarse a tanta luz solar.
Se sentó en la orilla de la cama, tras un largo suspiro y con sus ojos pegados al suelo se sintió sola. El silencio inundaba aquella habitación y el sentimiento de soledad solo crecía más. No es como que Kougami fuera muy ruidoso, pero el hecho de que siempre estuvieran cerca uno del otro la hacía sentir bien, nunca se sentía sola, pero ¿Dónde estaba ahora? no escuchaba ningún ruido proveniente del pequeño departamento donde ahora se quedaban. Quizás también se había quedado dormido, por lo cual aún estaba en el sofá donde solía dormir. No, él no durmió en el sofá la noche anterior, Kougami durmió en... Akane comenzó a recordar y junto a sus recuerdos apareció un feroz y poco agraciado sonrojo en toda su cara. Se dio suaves palmaditas en las mejillas para tranquilizarse, para luego cubrirse el rostro, aunque nadie la estuviera mirando, se sentía demasiado expuesta. Miró hacia atrás suyo, donde se hallaba la almohada junto a la de ella misma, se recostó mientras hundía su cara en aquel cómodo cojín; el aroma de él estaba impregnado en la almohada y Akane solo podía aferrarse aún más a esta
-¿qué estás haciendo?
-kyaa!!- la voz de Kougami la sorprendió tanto que soltó un pequeño y algo lindo grito. Al hombre le pareció gracioso la reacción de la castaña, la cual parecía la de un gato al que asustaron- n-nada
-toma, bébelo- la mujer se sentó en la cama otra vez y recibió la taza que Kougami le entregaba. Él también se sentó en la orilla de la cama- para subir las defensas ¿no? - el hombre asintió
-el té con jengibre refuerza el sistema inmunológico- Akane soltó una risa
-¿por qué parece que estoy hablando con un médico?- siguió riendo
-porque tienes que recuperarte...- la castaña solo siguió bebiendo el contenido de la taza sin dejar de sonreír- ¿estás...incomoda?
-eh?- la chica se separó de la taza
-no me has mirado a los ojos en ningún momento, por eso pensé que te sentías incómoda por lo de anoche... perdón, yo...
-no es eso, es solo que no recordaba que sucedió antes de dormir y todo se vino de golpe a mi cabeza hace solo un momento, y tu... y tu llegaste justo después de eso- tropezaba con sus propias palabras y el rojo volvía a teñir su rostro
-¿segura?- ella asintió, ahora mirándolo a los ojos y un tenue rosa en sus mejillas- bien- y sonrió aliviado para luego beber de su propia taza
Akane miró por la ventana, observó el cielo azul, observó como las cortinas bailaban con el viento, escuchó el canto de un ave que pasó cerca de su ventana, sintió el hombro del hombre junto a ella, el cual se había acercado más a ella, sintió el calor de la taza entre sus manos, y sintió el calor que había vuelto a su pecho. En algún momento, sin darse cuenta dejó de sentir frío y soledad, suspiró aliviada mientras apoyaba su cabeza en el hombro de Kougami. No le importaba pasar el resto de sus días así, aunque sabía bien que no era posible, que el futuro no era tan pacifico como lo era aquel momento, pero de vez en cuando, cuando podían permitírselo se dejaban llevar por sus corazones, más ahora que ya estaba todo aclarado.
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Progreso
FanfictionEste es un mundo donde los estados mentales y las tendencias personales de los humanos pueden ser cuantificados. Mientras estos tipos de inclinaciones son grabados y vigilados, tales valores medidos son usados para juzgar las almas de las personas y...